En el primer día sin Diego Armando Maradona, fallecido ayer a los 60 años, el pueblo argentino se movilizó en masa para despedir a su héroe en la Casa Rosada, donde hoy la bandera ondea a media asta y los cánticos se mezclan con las lágrimas.
«Terrible, hoy es un día terrible para todos los argentinos y Diego lo demuestra, todo el pueblo está acá. Un dolor inmenso, toda la patria llorando al más grande, al campeón del mundo, chao Diego», señaló a Efe uno de los asistentes a la salida del velatorio.
A escasos metros un padre y un hijo, ambos llamados Gustavo, se funden en un emotivo abrazo, y tratando de frenar las lágrimas buscan las palabras para definir a una persona que transcendió el fútbol para convertirse en un icono.
La familia de Diego Armando Maradona pidió que el velatorio público, que comenzó este jueves a las 6.00 hora local en la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino, finalice a las 16.00, plazo en el que tendrán que ingresar las miles de personas están haciendo más de siete cuadras de cola.
Desde ayer a la noche, muchos hinchas esperaban en Plaza de Mayo la apertura del velatorio.
El gobierno trabaja con la hipótesis de un millón de personas se acerquen para despedir al ídolo, involucró a los ministerios de Seguridad, Defensa y Salud, en medio de la pandemia de covid-19, y creó un perímetro de seguridad cerrando las calles alrededor de la Casa Rosada.
Pese a la emoción, los cantos, las banderas y las camisetas crean un clima de ingreso a la cancha más que de luto. La gente entra caminando a lo largo de un vallado, que dentro de la Casa Rosada está cubierto con la bandera argentina.
La familia realizó su despedida íntima durante la madrugada con sus familiares, amigos, ex futbolistas y algunas autoridades en la Casa Rosada. (D)