Ecuador cerrará el 2020 con una caída económica del 8.9 %

La pandemia de la covid-19 definitivamente le pasará una factura alta al Ecuador, que según el Banco Central del Ecuador (BCE) sufrirá una caída en su economía del -8,9%, la más grande de los últimos 50 años, pues ni siquiera durante el feriado bancario, en 1999, se llegó a esos niveles, se alcanzó un -4,7%.

Sin embargo, Mauricio Pozo, ministro de Economía y Finanzas, resaltó que la caída fue menor a lo esperado, en junio el BCE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectaron una recesión del -11%. “Los indicadores no están igual que antes de la pandemia, pero han evolucionado, ese 2% de crecimiento que aumenta no es poquito, es mucho”, dijo el funcionario.

Según el BCE, la caída fue menor debido a la flexibilización de las medidas de confinamiento, a que se retomaron las actividades económicas de manera progresiva y a la paulatina recuperación de los principales socios comerciales del país.

Según el analista económico Diego Olmedo, también ayudó el aumento de las exportaciones no petroleras (principalmente minería, banano y plátano, camarón y cacao), que se estima crecerán en USD 250 millones.

Para el economista Fausto Ortiz, también existieron factores externos que ayudaron a disminuir el impacto de la crisis, pues la ayuda que el Gobierno estadounidense otorgó a sus pobladores depreció el dólar, lo cual benefició a las exportaciones ecuatorianas, que no tuvieron problema para entrar a los mercados internacionales.

Mientras que una de las principales causas de la afectación fue la reducción en el precio del petróleo, que en abril se llegó a cotizar en USD 14,22, actualmente el promedio se ubica en USD 36, pero en el Presupuesto General del Estado se determinó un costo de USD 52 el barril. La producción petrolera también disminuyó en un 12,06% debido a la rotura de los oleoductos el 7 de abril pasado, producto de la erosión del cauce del río Coca.

Con este panorama, se espera que hasta finales del 2020 se produzca una contracción de la demanda interna, es decir la caída en el gasto del Gobierno por USD 500 millones, principalmente por el recorte en salarios y en la compra de bienes y servicios; además de la reducción en USD 5.052 millones del consumo en los hogares; la disminución de las importaciones de bienes de consumo por USD 1.206 millones; y, una contracción de USD 437 millones en las remesas.

También se espera una caída de USD 1.300 millones en la inversión pública y de USD 1.556 millones en la privada. Mientras que las exportaciones de petróleo crudo y derivados presentarán una contracción de USD 3.700 millones.

Mejora económica

Para 2021 el BCE estima que la economía se recupere y crezca en 3,1%, debido al aumento en el gasto de los hogares (USD 3.441 millones), el incremento de las importaciones (USD 136 millones) y la recuperación de las remesas (USD 272 millones).

Sin embargo, Diego Olmedo no confía en estas cifras, pues señala que la incertidumbre que reina en los hogares vuelve casi imposible que en el 2021 aumenten su gasto. Tampoco cree en las cifras de desempleo, según el Gobierno descendieron del 13,3% en junio a 6,6% en octubre. “Ese es el problema de no tener organismos independientes del Ejecutivo, nos entregan información con sesgo”, dijo.

Pero para el experto René Ortiz, el 3,1% de crecimiento no es una cifra optimista, pues se debe considerar que el país decrecerá en el 2020 un 8,9% y este aumento significará solo “un rebote del hueco en que cayó, se espera una recuperación en cuatro o cinco años, si es que se elige un Gobierno que realice un correcto manejo de la economía”, puntualizó. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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