La Universidad de Cuenca conserva diez hectáreas de una variada vegetación

Desde árboles patrimoniales hasta diminutas plantas, el campus central de la Universidad de Cuenca está lleno de una abundante vegetación. Con la guía del director de Planificación Física, Alex Serrano; y el director de Áreas Verdes de la institución, Kabir Montesinos; este medio de comunicación recorrió el lugar.

Solo en el campus central hay cuatro hectáreas de espacios verdes y en total suman 10. En esta extensión se contabilizan más de 300 especies y 10.000 plantas: gañales, cañaros, salvias, huandos, amancay, molles, orquídeas, bromelias, por mencionar algunas.

Incluso varios árboles de esta institución fueron declarados patrimoniales en el año 2008, entre ellos un alcanfor que fue sembrado hace más de 60 años por el Municipio de Cuenca.

Alex Serrano explica que las áreas verdes de la universidad están planificadas para ser disfrutadas, los caminos son de tránsito lento de modo que se pueda apreciar la naturaleza, además, se redujo al máximo la utilización de cemento, los jardines tienen muros secos de piedra, que eran utilizados por los ancestros cañaris, pues permiten filtrar impurezas y calentar el aire.

La vegetación también es el hábitat de varias especies de fauna. Este campus se ha convertido en un refugio de un sin número de aves, insectos, anfibios, entre otros, asegura Montesinos.

Los cuidados en el último año

Cuando la pandemia empezó, hubo mucha preocupación por las áreas verdes de la universidad, asegura Montesinos. Con la guía de él, 15 personas se ocupan de dar mantenimiento y planificar la incorporación de nuevos espacios verdes.

El césped llegó a tener aproximadamente 90 centímetros de alto, sin embargo, Montesinos soteiene que el mantenimiento de estos espacios naturales nunca se descuidó.

Trabajadores dan mantenimiento a los espacios verdes. El Mercurio

“Con la recuperación e incorporación de nuevas áreas verdes, nuestro objetivo es devolverle a la naturaleza su lugar, ahora se mimetizan mejor las edificaciones con la naturaleza”, asegura Serrano.

La incorporación de jardines de lluvia es una muestra de ello, estos espacios reemplazan al común drenaje de parqueaderos y sitios donde se acumula agua, pero en el caso de los jardines, el agua no se desperdicia y sirve para mantener vivas diversas especies de plantas. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba