Con ello, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) prevé que al 31 de diciembre próximo el planeta habrá quemado una media de 89,99 mbd, cerca de un 10 % menos de lo consumido el año pasado, lo que supone un ligero ajuste a la baja, en 20.000 bd, respecto a lo calculado hace un mes.
«El aumento de las infecciones (de coronavirus) y la creciente incertidumbre han hecho más frágil la recuperación económica mundial», resaltan los expertos del grupo en su informe mensual al explicar las causas de los ajustes realizados.
Para el próximo año, pronostican una recuperación del 6,5 % (5,9 mbd) hasta 96,89 mbd, 0,35 mbd menos que lo estimado en octubre.
Este ajuste se debe «a la incertidumbre que rodea el impacto de covid-19 y al mercado laboral, así como a las perspectivas de combustible para el transporte» en la primera mitad de 2021.
En general, resaltan que sus cálculos están supeditados a esas inseguridades, que «siguen siendo grandes», sobre todo en cuanto al ritmo de propagación del patógeno, por un lado, y a la velocidad del «despliegue de las vacunas» contra la covid, por el otro.
Otros interrogantes para los exportadores de «oro negro» giran en torno a cuáles serán las políticas del futuro Gobierno de Estados Unidos tras las elecciones ganadas por el demócrata Joe Biden, así como al resultado de las negociaciones sobre las relaciones de la Unión Europea (UE) con el Reino Unido tras el «brexit».
De todos estos elementos dependerá «la trayectoria real» de la economía mundial, resalta el informe al indicar que, de momento, se estimó una recesión del 4,2 % en este año y un repunte del 4,4 % el próximo, impulsado ésto sobre todo por Asia.
Con respecto a los suministros petroleros, se calcula que la oferta de fuera de la OPEP totalizará 62,67 mbd y 63,52 mbd en 2020 y 2021, respectivamente.
El volumen de barriles que el mundo requiere de los miembros de la organización se sitúa en 22,2 mbd este año, 7,1 mbd menos que en 2019, y debería subir hasta 27,2 mbd en 2021, según el informe.
La OPEP mantiene limitados sus suministros desde mayo pasado, cuando decidió, junto a Rusia y otros productores aliados, retirar del mercado 9,7 mbd para hacer frente a las caídas de la demanda y los precios causadas por la crisis del coronavirus.
Ese recorte se moderó hasta 7,7 mbd en agosto y volverá a aliviarse en 0,5 mbd, hasta 7,2 mbd, en enero, según la decisión adoptada por los ministros del grupo el pasado día 3.
En noviembre, los trece socios bombearon juntos 25,11 mbd, 707.000 barriles diarios más que en octubre. Ese aumento se debió principalmente a la mayor producción de Libia, país que, al igual que Irán y Venezuela, está exento del compromiso de reducir sus extracciones. EFE