Miguel Ángel Cordovez se proclamó este fin de semana campeón nacional de motocross en la categoría MX1.
El piloto de Latacunga-Cotopaxi que heredó el apodo de “Coyote” de su padre, gusta del buen rock y se cuida mucho de las comidas para mantenerse en forma, conversó con Diario EL MERCURIO. A continuación, la entrevista:
Sensaciones después de alcanzar la corona
Estoy súper contento después de conseguir el título nacional de motocross, sobre todo ganando todas las mangas que se corrieron, a pesar de que este año, como para todos, fue un año bastante difícil.
Existió incertidumbre entre los pilotos, pues desconocíamos si se iba o no a realizar el Campeonato. Finalmente se hizo un evento corto con tres fechas, por lo que nos tocó prepararnos de la mejor manera para una programación bien intensa.
Sinceramente no estaba previsto correr este año en Ecuador, pues tenía trazados proyectos internacionales bastante chéveres, pero lamentablemente por la pandemia todo se canceló. Sin embargo, tuve la oportunidad de contar con el apoyo de Suzuki para competir en estas tres fechas nacionales.
La última vez que participé en todas las válidas del Campeonato Nacional de Motocross fue a finales de 2010, debido a que durante este tiempo estuve corriendo profesionalmente en otros países de Europa, Estados Unidos, Brasil, Argentina.
El motocross a nivel profesional
Correr en diferentes lugares del mundo fue una experiencia única que me ha ayudado mucho a crecer como deportista y también a desenvolverme en mi carrera profesional en el motociclismo.
Precisamente la experiencia que he adquirido estos años compitiendo en lo más alto del motocross me ha permitido tener el nivel que tengo en la actualidad.
Futuros retos
Estoy ultimando detalles para la siguiente temporada. Hay muchos proyectos, que incluye correr en eventos regionales y volver a participar en el Campeonato Nacional de Motocross.
Trayectoria
Estoy en el motociclismo desde los ocho años, actualmente tengo 32. Soy piloto profesional desde los 20 años.
En estos últimos años he entrando un poco en el rally cross country, las carreras del mundial off road en Baja California, quiero adentrarme un poco más en esta modalidad del motociclismo, pues me gustan todos los deportes de dos ruedas; así por ejemplo practico mucho la bicicleta de montaña.
Profesionalización en Ecuador
A Ecuador le hace falta la profesionalización del motociclismo para contar con más pilotos corriendo en los mejores campeonatos del mundo. Pero para que esto sea posible hace falta mucho apoyo de la empresa pública y privada.
En definitiva, lo que nos hace falta es mayor respaldo porque es un deporte bastante caro. Quienes nos gustan las tuercas hacemos un esfuerzo muy grande que muchas veces pasa desapercibido.
Actualmente en el país hay madera, mucho talento, por lo que estoy seguro que podemos ser una potencia si se concreta el apoyo de las diferentes entidades sobre todo a nivel de las categorías formativas.
909, su placa que forma parte de su identidad
En mis años formativos siempre competí con el número 9 porque me asignaron en una de mis primeras carreras internacionales. De ahí lo tomé como cábala.
Luego, cuando entré al circuito internacional no pude seguir utilizando esa placa por las normas internacionales que no permiten utilizar números de uno o dos dígitos, por lo que me puse el 909 que sigo utilizándolo hasta ahora.
“Coyote”, el sobrenombre heredado
“Coyote”, es un apodo heredado de mi papá, quien en sus buenos tiempos también fue un gran corredor. Junto a mi hermano Juan Pedro (29 años) lo llevamos con mucho honor.
Incluso contamos con el Coyote Moto Club en Cotopaxi. Somos un club deportivo de alto rendimiento, el único que actualmente hay en el país, avalado por la Federación Ecuatoriana de Motociclismo y con Acuerdo Ministerial.
Además, heredé el nombre de Miguel Ángel que viene de mi familia. Desde mi bisabuelito siempre ha habido un Miguel Ángel en la familia (sonríe).
Su hermano, un pilar fundamental con el que guarda una inolvidable anécdota
Juan Pedro también ha competido durante muchos años a nivel nacional e internacional. Por motivos de estudios y trabajo, él se alejó de las pistas en 2016, año en el que ganó el campeonato nacional de la categoría MX2.
Desde hace algunos años viene realizándome la asistencia técnica de la moto en el taller que tenemos que se llama Motocentro “Coyote”.
Con mi hermano tuve la suerte de compartir uno de mis resultados más importantes como cuando gané el Latinoamericano de México 2011 en la categoría MX1. Fuimos solos los dos y volvimos con el título para Ecuador.
Otros recuerdos que siempre llevo en el corazón son cuando gané el Red Bull Rider Champions 2013 en Italia, y mis participaciones en las válidas del Campeonato Mundial de MXGP 2017 en Florida.
Mi novia Daniela, con quien llevo mucho tiempo, es otro pilar fundamental en mi vida. Ella es una base muy fuerte de mi equipo de trabajo.
La motocicleta, su vida
La motocicleta es el instrumento con el que me gano la vida en el día a día. Es una pasión, una sensación inexplicable el solo hecho de subir a una moto, no tengo palabras para describir mis sentimientos.
El simple hecho de participar en las carreras representa un triunfo, el resultado simplemente es un extra. (D)
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