«Es importante aclarar que la aplicación de la vacuna es voluntaria. No es obligatoria. Lo más importante es la libertad. Lo más importante de todo», expresó el presidente al ser cuestionado en una rueda de prensa sobre la posibilidad de que haya ciudadanos que se nieguen a recibir la vacuna.
De todos modos, el mandatario recordó que la vacuna estará disponible de forma «universal y gratuita» en todo el país y reconoció «el avance de la ciencia» porque «en muy poco tiempo se logró contar con esta vacuna».
México fue uno de los primeros países del mundo en autorizar el pasado 11 de diciembre el uso de la vacuna de Pfizer.
El Gobierno anunció que antes de finalizar el año se comenzará a vacunar al personal sanitario de Ciudad de México y del norteño estado de Coahuila por cuestiones logísticas, pero todavía se desconoce qué día llegará la vacuna.
Está previsto que durante 2021 y 2022 se pueda vacunar al resto de la población según edades y enfermedades crónicas muy comunes en México como la obesidad, la diabetes o la hipertensión.
«Se va a aplicar la vacuna cuando haya disponibilidad de manera pareja con igualdad, sin preferencias para nadie, de acuerdo a un plan definido por los expertos», explicó López Obrador.
Cuestionado sobre eventuales efectos adversos de la vacuna, el subsecretario de Salud y principal estratega del Gobierno contra el coronavirus, Hugo López-Gatell, dijo que de todos los productos farmacéuticos, las vacunas son las más seguras.
El epidemiólogo explicó que cualquier vacuna puede provocar dolor, hinchazón o incluso fiebre, pero subrayó que las vacunas aprobadas por las autoridades regulatorias son aquellas que garantizan «seguridad y eficacia».
México acordó con Pfizer la compra de 34,4 millones de dosis, de las cuales 150.000 tienen que llegar antes de finalizar diciembre.
Además del fármaco de Pfizer, México ha prometido hasta ahora 77,4 millones de dosis de la británica AstraZeneca, 35 millones de la china CanSino y 34,4 millones de la plataforma Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con 1.325.915 contagios y 118.598 fallecidos, México es el cuarto país del mundo con más decesos por la pandemia y su capital tiene los hospitales al borde de la saturación. EFE