Las expresiones de fe a la Virgen de la Nube se expresaron de forma diferente

El 1 de enero del 2021 fue atípico para los devotos de la Virgen de la Nube. Esta vez les tocó festejar ayer a la Patrona de Azogues desde sus hogares y mirando en las pantallas de computadoras y celulares la ceremonia religiosa que todos los años aglomera a miles de personas.

Pero ayer eso no era posible. La eucaristía campal y multitudinaria procesión se sustituyeron por una misa restringida y a puerta cerrada, además de un recorrido motorizado de la sagrada imagen de la imagen por las principales calles y avenidas de la ciudad.

Los actos religiosos fueron retransmitidos por las redes sociales y plataformas digitales de diferentes instituciones y medios de comunicación.

Así las autoridades civiles y eclesiásticas de la capital provincial del Cañar evitaron la aglomeración de personas por el riesgo de posibles contagios y para que la fecha no pase desapercibida por la pandemia.

Testimonios

La nostalgia de no poder acompañar a la imagen de la virgen por las calles de Azogues no la pudo esconder Martha Ávila, quien por más de tres décadas forma parte de la asociación de carácter social denominada “Damas de la Virgen”.

La mujer de 76 años de edad y que reside en las proximidades del Santuario Franciscano, tiene un profundo amor a la Virgen de la Nube que demuestra en cada rincón de su hogar, donde se observan cuadros hasta una imagen tallada dentro de una urna de vidrio.

Martha Ávila tiene una imagen de la virgen en el ingreso a su hogar. Bolívar Pérez/El Mercurio

“Recuerdo uno de los milagros, cuando le pedí por la salud de mi tercer hijo que, a los tres añitos de edad, sufrió una fuerte caída. En la actualidad, es un hombre totalmente normal, casado y con tres hijos gracias a la protección de la Virgen”, comentó.

Gladys Buri, de 57 años de edad, dejó por unos minutos de trabajar en su taller de costura para mostrar su altar de la Virgen de la Nube, donde cada día se persigna para iniciar con su jornada laboral. Su taller se ubica también en las proximidades del Santuario Franciscano.

“Nos sentimos apenados todos por no acompañar a nuestra Patrona en la procesión del 1 de enero, ya que solo mirarla nos llena de mucha emoción (…) La Virgen de la Nube es bastante milagrosa; todos los días me encomiendo en ella para que me ayude, sobre todo, en los momentos más difíciles”, contó.

En el taller de costura de Gladys Buri está un altar en honor a la Virgen de la Nube. Bolívar Pérez/El Mercurio

Asegura que se encomendaba a la Virgen de la Nube para que no pasara nada en el nacimiento de sus tres hijos, quienes en la actualidad son personas adultas y profesionales.

Las historias de fe de estas dos mujeres reflejan la profunda devoción a la Virgen de la Nube. Ellas junto a otras personas de Azogues y otros rincones del país, mantienen viva su fe pese a la complicada situación por la pandemia. (BPR)-(I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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