La iniciativa, que responde a los planes de la nueva Administración estadounidense para combatir la crisis climática, incluye revisar las prácticas para otorgar permisos en el sector energético y las concesiones «relacionadas con los combustibles fósiles» ya existentes en territorios federales.
Además de la suspensión de las concesiones, los decretos de Biden ordenan al Departamento del Interior conservar sin cambios el 30 por ciento de la tierra y aguas de EE.UU. para el año 2030 y promover la producción eólica marina de modo que se duplique para ese año.
El sector del petróleo y del gas natural, fuertemente afectado por la recesión causada por la pandemia, ya se ha opuesto frontalmente a estas medidas para abordar la crisis climática, que perjudican directamente a sus negocios.
Nada más asumir la Presidencia, Biden anunció la semana pasada su decisión de rescindir el permiso para el oleoducto Keystone XL, de 1.947 kilómetros, proyectado para llevar 830.000 barriles de crudo al día desde la provincia canadiense de Alberta a Nebraska (EE.UU.), y que se había convertido en un símbolo de la crisis climática.
Por tanto, se espera que tanto la industria energética como los estados del sur y del oeste del país, cuyas economías dependen en gran medida de las regalías que produce este sector, se opongan a la medida en los tribunales.
«Estaremos en las cortes poco después» del anuncio, anticipó a la radio pública NPR la presidenta de Western Energy Alliance, Kathleen Sgamma, quien representa a las empresas de petróleo y gas en muchos estados del oeste de EE.UU., ricos en esos combustibles fósiles.
Biden también ha ordenado ya revisar más de un centenar de medidas de su antecesor en el cargo, Donald Trump, destinadas a desregular varios sectores y que afectaron a las políticas medioambientales impuestas sobre todo durante el gobierno de Barak Obama (2009-2017), del que Biden fue vicepresidente.
Las iniciativas incluyen hacer que las agencias federales estudien la compra de vehículos eléctricos y con cero emisiones.
La Casa Blanca aseguró que las medidas de Biden cumplen su promesa electoral «de tomar medidas agresivas para abordar el cambio climático», incluida la reincorporación al Acuerdo de París anunciada nada más asumir la Presidencia.
La Casa Blanca también anunció que el 22 de abril, cuando se celebra el Día de la Tierra, Biden acogerá una cumbre global sobre medio ambiente, con lo que subrayará la vuelta de Estados Unidos al esfuerzo internacional para reducir las emisiones de carbono.
Sobre la postura de la Administración Trump de negar el cambio climático y otros hechos científicos, la Casa Blanca anunció que Biden también restablecerá el Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología y firmará un memorando sobre «integridad científica» que aclare que su Gobierno «protegerá a los científicos de la interferencia política».
La finalidad de todo ello, dice, es lograr un sector energético libre de contaminación de carbono para 2035 y que el país prosiga en «un camino irreversible» hacia una economía de cero emisiones netas para 2050, ya que, para Biden, el cambio climático es una de las principales amenazas que enfrentan Estados Unidos y el mundo. EFE