El comienzo del milenio fue una época en que aún las autoridades se manifestaban por su acción decidida y honesta, en bien del país y de los ecuatorianos. No eran circunstancias permisibles, para identificar a los representantes de la ciudadanía, en razón de denuncias, procesos, juicios y sentencias por cohecho o peculado, grilletes, prohibición de salir del país y prisión y, si alguna Presidencia la hubo, se trabajó para arrancarla de raíz.
Cuando la transparencia y la pulcritud constituyen el pilar de conducta de una persona, entonces, ese accionar se torna efectivo y confiable, para bien de las personas y de la sociedad. Gustavo Noboa Bejarano fue un ciudadano que centró su trayectoria y su accionar público, sustentados en la transparencia y en la sencillez. Cuando este ciudadano íntegro ha fallecido, preso de un infarto cardíaco, expresamos nuestro pesar a María Isabel Baquerizo, su esposa y a sus hijos. ¡Queda a su familia y al país entero, la satisfacción de decir adiós a un Presidente íntegro, a un caballero a carta cabal! Su memoria hará honor al país, dejando un legado de pulcritud y respeto por los bienes públicos, trayectoria indispensable en los años que transitamos.
Paz en la tumba de Gustavo Noboa Bejarano, Ex Presidente del Ecuador, quien inaugurara con extrema decencia y entrega, los primeros años del S.XXI, desde el 2000 al 2003. (O)