La leve recuperación de afiliados que t u v o e l Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) entre agosto y noviembre del 2020, tras sufrir más de 270 mil desvinculaciones en los meses más complicados de la pandemia de la covid-19, poco a poco queda en nada.
A partir de diciembre el saldo volvió a ser negativo y la situación se vuelve preocupante para las autoridades, pues los gastos superan a los ingresos.
Según informó en su momento Jorge Wated, presidente del Consejo Directivo del IESS, hasta julio del 2020 el Instituto perdió 270.638 afiliados. Los meses más duros fueron abril y mayo, en los que se perdió aproximadamente 100 mil afiliados por mes. El 91 % de quienes salieron del sistema de seguridad social eran trabajadores en relación de dependencia que perdieron su empleo, y el 9 % eran afiliados voluntarios.
Sin embargo, entre agosto y noviembre se produjo una recuperación de afiliados. 17.246 aportantes nuevos se unieron al IESS, aunque esta cifra no concuerda con los datos de la Encuesta Nacional Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu), presentada en octubre p o r e l Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en la que se señaló que al menos 750 mil personas pasaron a tener un empleo formal.
Pero esta pequeña recuperación volvió a revertirse a finales del año pasado. En diciembre salieron del IESS.
Análisis
Solo en enero de este año se perdió más de 18 mil afiliados del sector público y privado.
1.388 personas; y la situación se agravó en enero del 2021, cuando se produjeron 18.460 desafiliaciones. De estas personas, 13.000 eran empleados de las actividades privadas y 5.460 del sector público.
Más jubilaciones
Jorge Wated puntualizó que el problema principal radica no solo en la disminución de afiliados, sino en el aumento continuo del número de jubilados y pensionistas, que se incrementan de forma acelerada. Se estima que mensualmente se jubilan alrededor de 7.000 personas, que pasan a recibir los beneficios de la seguridad social y dejan de aportar.
Además, existen otros rubros que no están financiados, como el pago de décimos a los jubilados, para lo cual el IESS destina un aproximado de USD 500 millones anuales; y las atenciones de salud para los hijos menores de edad de los afiliados, que le cuesta otros USD 500 millones anuales.
Pero hay otra cifra que preocupa: es el aumento de afiliaciones de trabajadoras del hogar que, en el 2020, debido al incremento del desempleo, creció con 71.207 personas. El problema es que estas mujeres no cancelan el 20,60 % que debe pagar cualquier afiliado voluntario sino solo el 13,25 %.
Sin embargo, al momento de la jubilación reciben todos los beneficios de ley, según se estableció en el 2015, sin que se haya definido un mecanismo de financiamiento. Quito. (ASM) -(I)
Consecuencias de las desafiliaciones
La salida de afiliados está provocando un grave déficit en la institución, según informó el presidente Lenín Moreno, los ingresos actualmente llegan a USD 325 millones, mientras que los gastos ascienden a USD 512 millones, dejando un déficit de USD 187 millones cada mes. Solo en el año 2020 el IESS tuvo que desembolsar USD 4.433 millones para cubrir el pago de las prestaciones a los jubilados.
Jorge Wated, presidente del Consejo Directivo del IESS, explicó que el aumento de pagos y los menores ingresos, han desencadenado en la necesidad de desinvertir más de USD 1.000 millones de los ahorros del fondo de pensiones, para poder cumplir una parte de las prestaciones correspondientes al año 2021. -(I)