El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, instó este martes a todas las partes involucradas en las elecciones del 7 de febrero a un «diálogo» político para disipar las dudas de un presunto fraude en el escrutinio y evitar situaciones de posible violencia.
Al destacar los intentos del Consejo Electoral el pasado 12 de febrero para resolver las quejas de supuestas irregularidades en el escrutinio, presentadas por el candidato indígena Yaku Pérez, Moreno consideró no obstante que «hubiera sido bastante saludable que esos diálogos continúen y lleguen a un acuerdo lo más pronto posible».
«Desde mi punto de vista, hubiera sido mejor que se inicie un proceso de diálogo pero, por supuesto, no es una decisión mía sino de los movimientos políticos», insistió al marginarse de cualquier intervención en el proceso electoral.
El mandatario ecuatoriano hizo la recomendación en la edición semanal del programa «De frente con el Presidente», en un diálogo en directo con la Agencia Efe y el diario El Universo de Guayaquil, y en coincidencia con la llegada de una marcha nacional indígena a Quito para exigir el recuento de votos.
Tras seis días de caminata desde el sur del país, la marcha se concentró por la mañana en el parque del Arbolito, y se desplazó después a la sede nacional del CNE.
«Hemos acumulado más de 16.000 actas de inconsistencias, de las 39.000 actas, casi el 50 % con inconsistencias», se quejó Pérez, del movimiento Pachakutik, en una intervención rodeado de sus seguidores en el parque El Arbolito.
Según los resultados oficiales difundidos el domingo, Pérez ha quedado en tercera posición a apenas 32.600 votos del segundo, el centroderechista Guillermo Lasso, que le arrebata así la posibilidad de acudir al balotaje de abril con el ganador, el izquierdista Andrés Arauz.
Moreno mostró su preocupación de que haya «un grupo político que manifiesta esas inquietudes» y tras defender su derecho a la «manifestación pacífica» alentó al diálogo como mejor vía para solucionar los problemas.
Pero advirtió que sólo el CNE es el organismo que tiene la potestad de decidir sobre una posible reapertura de urnas, como exige Pérez.
La marcha indígena mantiene en una tensa calma a la capital, que en octubre de 2019 ya vivió escenarios de gran violencia en una protesta generalizada que costó la vida a una decena de personas y causó heridas a más de 1.500 personas.
Preguntado sobre si veía algún paralelismo entre aquellos disturbios y la marcha de hoy, Moreno recordó que «los dirigentes de Pachakutik han manifestado que va a ser una marcha completamente pacífica» y que así lo espera él.
«Caso contrario tenemos nosotros a la Policía lista para evitar que hayan desmanes y que se afecte la seguridad e integridad de la personas o la propiedad privada», aseguró Moreno.
«Si hubiera algún desmán -agregó- la Policía sabe perfectamente como actuar y como utilizar la medidas de fuerza de manera progresiva siempre que lo amerite». EFE