Las conclusiones proceden de un seguimiento de los voluntarios que participaron en los ensayos de la vacuna, que hasta ahora sigue sin mostrar problemas importantes de seguridad, según indicaron las empresas en un comunicado.
“Es un paso importante confirmar la alta eficacia y los buenos datos de seguridad hasta ahora, sobre todo en el seguimiento a más largo plazo”, señaló en la nota el jefe ejecutivo de la alemana BioNTech, Ugur Sahin.
Según las empresas, la vacuna ha mostrado una efectividad del 91,3 % contra la covid-19 hasta seis meses después de administrarse la segunda dosis y una efectividad del 100 % a la hora de prevenir casos severos, según los definen los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, en inglés).
La efectividad contra enfermedad severa es del 95,3 % si se usa la definición de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, en inglés), que es diferente.
En el estudio se han tenido en cuenta los datos de más de 46.000 voluntarios que participaron en los ensayos clínicos. Entre ellos se han registrado 927 casos confirmados de covid-19, con 850 de ellos en el grupo que recibió un placebo y 77 entre quienes recibieron la vacuna.
Del total de infectados, 32 desarrollaron una enfermedad grave, según la definición de los CDC, todos ellos en el grupo del placebo.
El estudio mostró además que la vacuna parece funcionar de manera similar contra la variante del virus detectada en Sudáfrica, donde esa cepa es mayoritaria y donde mostró una efectividad del 100 %, aunque en un grupo más pequeño, con sólo 800 participantes.
“La alta eficacia de la vacuna observada durante hasta seis meses después de una segunda dosis y contra la variante prevalente en Sudáfrica ofrece más confianza en la efectividad general de nuestra vacuna”, apuntó el consejero delegado de Pfizer, Albert Bourla.
La vacuna fue la primera autorizada en Occidente y es una parte clave de las campañas de inmunización que se desarrollan en buena parte del mundo. EFE