La campaña electoral del 2021, será recordada por haber sido realizada durante la pandemia a consecuencia del COVID-19, pero también, por ser vacía de propuestas, en la que la discusión se fundamentó en posiciones antagónicas, y en la cual las redes sociales fueron elementos clave a la hora de sumar apoyos.
Pese a ello, desde esta columna no puedo dejar de lado uno de los aspectos que deben ser debatidos y abordados por el próximo presidente del Ecuador (2021-2025), y es precisamente la agenda ambiental.
A inicios de este año, portales informativos como GK y Mongabay Latam, conversaron con diversos actores con el propósito de establecer ¿cuáles son los desafíos ambientales para el país?, entre los que destacaron la necesidad de una consulta popular para el futuro del Parque Yasuní, el debate en relación a la operación de las hidroeléctricas, el inmediato fortalecimiento de la Autoridad Ambiental y del Agua (Ministerio de Ambiente y Agua del Ecuador), la conservación del Chocó ecuatoriano, y la búsqueda de las maneras de cómo reactivar la economía más allá de la minería y el petróleo. A lo cual agregaría, una agenda real y efectiva frente a los efectos del cambio climático, la contaminación a consecuencia de aguas residuales, la puesta en marcha de los resultados de la consulta por el agua en Cuenca, y la ampliación de la Reserva Marina de las Galápagos.
Sin embargo, los planes de gobierno de los candidatos que se enfrentan el próximo 11 de abril, poco dicen al respecto como se explica a continuación:
Andrés Arauz (UNES), plantea una estructura económica y productiva sostenible, y se refiere a la “Justicia ecológica y transición energética”. El candidato indica que la recuperación económica, se la hará, pero bajo parámetros de cuidado de la naturaleza (páramos, agua, etc.). Su plan pone énfasis en el acceso a la tierra y los recursos hídricos, en la lucha mundial contra el cambio climático y la producción de energías renovables y tecnologías verdes. Es opuesto a la minería intensificada.
Mientras que, Guillermo Lasso (CREO), propone un “Ecuador Sustentable”, a través del aprovechamiento ambientalmente responsable de los recursos bajo el control del Ministerio del Ambiente y Agua. Su plan considera como grave la contaminación en el país, y se refiere al tratamiento de las aguas residuales. Es decir, quiere conservar el patrimonio natural sin dejar de fortalecer la economía (economía naranja). A nivel de minería, se opone a la minería ilegal y propone un modelo que maximice los beneficios mineros salvaguardando el bienestar ambiental.
Si para usted, la protección del ambiente y el desarrollo sostenible son una prioridad, exija al candidato de su preferencia que acentúe este particular no solo en campaña, sino de llegar a triunfar, en los próximos 4 años de su mandato. (O)