La travesía de un tiburón martillo: de Galápagos a Cocos a 50 km por día

Un grupo de científicos ha documentado por primera vez la migración, casi en tiempo real, de un tiburón martillo hembra (Sphyrna lewini) en estado de gestación desde las islas Galápagos en Ecuador hasta la isla Cocos, en Costa Rica, un recorrido de 14 días de duración.

Un viaje de unos 700 kilómetros que los expertos han seguido gracias a un transmisor satelital implantado en febrero en el animal, informó este miércoles el Ministerio de Ambiente, que precisó que el dispositivo permitió dar seguimiento a la ruta y la temporada exacta en la que se produce la migración.

«Comprender mejor las migraciones reproductivas anuales de las hembras de tiburón martillo es vital para informar sobre un enfoque de conservación regional urgentemente necesario para revertir la actual disminución de la población en el Pacífico Este Tropical», explicó en un comunicado el investigador principal de la Fundación Charles Darwin, Pelayo Salinas de León.

El transmisor le fue instalado al tiburón, de 2,5 metros de largo, en una expedición científica en febrero a la Isla Darwin, en el norte del archipiélago y lugar de agregación estacional de la especie.

De acuerdo a la información transmitida, «Cassiopeia», como fue apodado este tiburón hembra, empezó su recorrido hacia el noreste hasta que, dos semanas después, llegó a su destino en la isla Cocos.

Los investigadores registraron una velocidad aproximada de 50 kilómetros por día y ahora supervisarán el recorrido del animal hasta las costas continentales, donde suelen parir a sus crías dentro de las bahías de manglares.

«Estas hembras preñadas son el grupo más importante al que debemos proteger», advirtió Mahmood Shivji, director del Instituto de Investigación Guy Harvey y del Centro de Investigación de Tiburones de la Fundación Save Our Seas, en la Universidad estadounidense Nova Southeastern.

Y explicó que esas hembras «intentan esquivar la actividad pesquera, a menudo ilegal y no regulada, entre las Galápagos y sus lugares de parto en el continente».

El archipiélago de Galápagos está situado unos mil kilómetros al oeste de las costas continentales de Ecuador y gracias a su rica biodiversidad es considerado un laboratorio natural que permitió al científico inglés Charles Darwin desarrollar su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies.

En 1978 la organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró a las islas como Patrimonio Natural de la Humanidad.

El director del Parque Nacional Galápagos, Danny Rueda, indicó que «los aportes de estas investigaciones son fundamentales para impulsar la adopción de políticas regionales que protejan estas rutas, que funcionan como corredores marinos de especies consideradas en peligro crítico de extinción, como es el caso de los tiburones martillo».

La investigación es parte del proyecto de ecología de tiburones de la Fundación Charles Darwin, la Dirección del Parque Nacional Galápagos del Ministerio del Ambiente y Agua, el Centro de Investigación de Tiburones de la Fundación Save Our Seas y el Instituto de Investigación Guy Harvey de la Universidad Nova Southeastern. EFE

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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