“Hace 3 años un niño de 12 años metió al baño a mi hijo de 8, lo puso contra la pared, le bajó el pantalón, le metió un golpe en sus partes íntimas para amedrentarlo y le tomó fotos de sus partes íntimas”. Mónica V. relata así la experiencia de su familia en las “aulas del terror” de Ecuador, en las que hasta diciembre del 2019, último año regular de clases, 4.066 menores de edad fueron víctimas de violencia sexual.
El caso que relata Mónica en reacción a la investigación ‘Aulas del Terror’, desarrollada por GK y Connectas con la participación de periodistas de El Mercurio, no es una excepción. Según la base de datos utilizada para el reportaje, En 1.231 denuncias de abuso sexual en las aulas del país se acusó de los abusos a compañeros de aula o estudiantes de los establecimientos educativos.
“Cómo se imaginarán fui al colegio a hacer la denuncia pero toda la institución estuvo más preocupada por el escándalo que se pueda armar que por mi hijo, puse la denuncia en el Ministerio de Educación pero solo sirvió para las estadísticas. Yo contraté los servicios de una psicóloga para ayudar a mi hijo con este trauma” cuenta Mónica.
Según los protocolos del Ministerio de Educación, los encargados de recibir estas denuncias y darles el trámite respectivo son los Departamentos de Consejería Estudiantil (DECE). El déficit de este tipo de puntos de atención es de 4.006 a nivel nacional. De estos 387 se requieren en el Austro del país.
“No se imaginan lo que es esta situación, a los profesionales del DECE les toca atender más de 1.000 estudiantes (cada uno), reciben mal trato por parte de los funcionarios distritales, les dejan toda la labor a ellos, es terrible y nadie quiere hablar por temor a represalias” comenta María T., quien trabaja en uno de estos departamentos.
La viceministra de Educación, Soledad Vela, acepta que el déficit de unidades del DECE existe, pero afirma que se están haciendo gestiones para solventar el problema a la par que se capacita a profesores y autoridades de las escuelas y colegios para que también reciban las denuncias.
Para la psicóloga educativa Tatiana Torres esto representa una omisión que puede llegar a ser grave, ya que en ocasiones los profesores y autoridades encargados de receptar las denuncias en los lugares donde hay un déficit de DECE terminan siendo los propios abusadores.
Los datos del Sistema de registro de casos de violencia sexual (Redevi) revelan que de las 3.434 denuncias de abuso sexual conocidas entre el 2016 y el 2019 en Ecuador, 2.046 esto es, cerca del 60 %, corresponden a docentes y autoridades de los planteles educativos.
Respuesta
Vela sostiene que para combatir el problema en el último año se incrementó el presupuesto destinado a la lucha contra la violencia sexual en los establecimientos educativos y este pasó de 2 a 2,1 millones de dólares.
Añade que de manera continua se organizan capacitaciones y charlas con los docentes y personal administrativo sobre la prevención y debido proceso de las denuncias de abuso sexual que puedan conocerse en las escuelas y colegios.
Desde el Ministerio de Educación se informó además que el pasado 4 de mayo se realizó de manera virtual la presentación del programa ‘Oportunidades Curriculares para Educación Integral de la Sexualidad’, que busca prevenir de forma efectiva la violencia sexual, violencia de género y el embarazo a edad temprana.
Monserrat Creamer, ministra de Educación, en su intervención habló de la ‘Política Nacional de Convivencia’ y de los programas que son indispensables para enfrentar este desafío. “Ha sido un trabajo en conjunto para implementar herramientas que permitan prevenir la violencia sexual, de género y embarazo en edad temprana; se ha propuesto herramientas transversales en asignaturas para fortalecer la educación integral”, afirmó.
Por su parte la viceministra de Educación, Isabel Maldonado, dijo “desde el Ministerio buscamos construir espacios seguros y libres de violencia, y la protección integral a nuestros estudiantes; elaboramos estas fichas metodológicas para prevenir la violencia y evitar el embarazo en edades tempranas”.
Alexandra Andrade, directora Técnica del Consejo Nacional para la Igualdad de Género, señaló que las fichas metodológicas de Oportunidades Curriculares de Aprendizaje para Educación Integral de la Sexualidad contribuyen a evitar la violencia y a mantenerse informados de manera efectiva.
El Ministerio de Educación también firmó este mes la suscripción del Convenio Específico de Cooperación Interinstitucional entre el Ministerio de Educación y la Organización Internacional Cooperative for Assistance and Relief Everywhere (CARE).
“Este Convenio nos permite continuar con el proyecto de manera integral, fortaleciendo la respuesta y alianzas para ofrecer servicios que apoyen a la disminución de violencia sexual y de género”, dijo la ministra Creamer. El proyecto piloto inicia en 12 escuelas para generar un proceso que pueda replicarse en otras regiones del país.
La ministra sostuvo que el Ministerio se compromete a brindar protección integral a todas las niñas, niños y adolescentes del Sistema Educativo Nacional, trabajando en conjunto con los organismos y organizaciones cooperantes para conseguir dicho objetivo. (JMM) (I)