Los buses interparroquiales disminuirán frecuencias por problemas económicos

Los usuarios están preocupados por el retiro de las unidades de transporte parroquial, exigen mejorar servicio.

El anuncio del retiro progresivo de las operadoras de buses que sirven a las parroquias evidencian una serie de problemas en la transportación rural del cantón Cuenca.

Los transportistas afrontan, por ejemplo, graves inconvenientes económicos, mientras los usuarios temen por quedar aislados de la ciudad y no poder cumplir con sus actividades diarias.

El alza permanente del precio del combustible, las secuelas económicas que deja la emergencia sanitaria del COVID-19, además de la falta de un estudio técnico que determine las tarifas exactas de los pasajes rurales, y una “aparente” competencia desleal de las cooperativas de servicio intraprovincial, hacen que las operadoras parroquiales quieran retirar sus unidades.

Diego Nieto, gerente de la empresa ExpressQuingeo una de las seis compañías que prestan el servicio parroquial en Cuenca, aseguró que los socios “ya no dan más, no se cuenta con los recursos económicos para el mantenimiento de las unidades, ni tampoco las entidades financieras nos quieren ayudar”.

Los buses transportaban antes de la pandemia un promedio de 60 y 70 pasajeros entre personas sentadas y paradas, hoy llevan de 30 a 40 usuarios debido a los protocolos de bioseguridad.

Los pasajes también se modificaron, pues según los transportistas, el mínimo de 50 centavos bajó a 35 centavos por disposición del Concejo Cantonal de Cuenca.

Brighit Verdugo, asesora jurídica del gremio, acotó que la situación de los transportistas de las seis compañías empeora con el paso de los días incluso se registran alrededor de 20 socios que en los últimos meses viajaron ilegalmente a los Estados Unidos (EE.UU.) por la falta de ingresos para mantener a sus familias.

Usuarios

Los usuarios están preocupados por el retiro de las unidades de transporte parroquial. En un recorrido efectuado ayer en la estación de la Feria Libre y en la parada del Mercado 27 de Febrero se constató su incertidumbre.

Para Maltilde Montero, del sector Allpacruz de la parroquia Quingeo, si los buses se retiran no podrá trasladarse normalmente a la ciudad a cumplir con sus labores, pues alquilar una camioneta desde su comunidad hacia Cuenca le cuesta alrededor de 15 dólares.

Algo similar opinó Edwin Sánchez, del sector Cochapamba Chico también de Quingeo, quien aseguró que a raíz de la pandemia ya disminuyeron los turnos de los buses afectando, principalmente a las personas que trabajan como: albañiles, comerciantes y productores que salen a los mercados.

Sánchez cree que las autoridades deben permitir que otras cooperativas cubran las rutas a las comunidades en caso de que las empresas actuales dejen de hacerlo . “No pueden retirarse todas las compañías, porque nos dejarían incomunicados”, puntualizó.

Necesidad de tarifas

El concejal Diego Morales, presidente de la Comisión de Movilidad, recordó que el Concejo Cantonal definió en meses atrás unas tarifas de los pasajes rurales de forma temporal, y aprobó cerca de 120 mil dólares para realizar un estudio definitivo, siendo necesaria la conformación de un comité multisectorial que valide los términos de referencia.

El comité aún no se conforma por la falta de los representantes ciudadanos pese a las dos convocatorias realizadas. El Municipio efectuó ayer un tercer llamado para contar con estos representantes que se sumen a los delegados de la administración y de los transportistas.

Por otro lado, Morales advirtió que las compañías al contar con un permiso de operación validado por la Dirección de Gestión de Movilidad y la Empresa Municipal EMOV-EP no pueden paralizar sus actividades “por deseo propio, pues corren el riesgo de perder dicho permiso”.  (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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