Miremos alrededor de las oficinas, fabricas, de nuestros hogares, están llenos de edulcorantes artificiales, fármacos, pinturas, plásticos refrigerantes, tejidos sintéticos, tintas, tinturas, una lista interminable de aerosoles. Como nos han cambiado la vida.
Este alud de sustancias hace que nos preocupemos por los efectos que tendrán tanto en el ambiente, como en la salud humana, pero los más afectados de este tipo de contaminación son los pobres, según la OMS, con poca o ninguna posibilidad de recibir instrucción apropiada, tocante a los riesgos que encierran estos sintéticos o sustancias químicas, a lo que están expuestos todos los días. ¿Cómo?
El mercurio es otro elemento útil, pero potencialmente toxico. Se filtra en medio ambiente a través de diversas fuentes, desde las chimeneas industriales hasta los miles de millones de lámparas fluorescentes; el plomo está en los combustibles (chimeneas ambulantes) pinturas y otros muchos productos tóxicos en especial para los niños. Un informe indica que la exposición a emisiones que contienen plomo puede quitar “cuatro puntos del cociente intelectual” del niño de término medio.
Estimado lector, si Usted revisa los informes del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, cada año desembocan en los mares del mundo, como consecuencia de la actividad humana miles de millones de toneladas de mercurio, plomo, fosfatos y detergentes. Los mares de todo el mundo están en peligro, debido a la contaminación. Hoy en el día la tecnología ha puesto a nuestra disposición una gran cantidad de productos útiles, pero en muchos casos al usarlos y desecharlos dañamos el medio ambiente. ¿Nos habremos convertido en “rehenes del progreso”, lo escribió hace poco el director de este medio? (O)