Su cada vez más escasa transmisión en los ámbitos educativo, familiar y social en las comunidades rurales de Ecuador, representa una seria amenaza para el kichwa, una lengua andina que tratan de reanimar gracias al II Curso Internacional de Revitalización Lingüística.
«Si nosotros tratamos de traducir el kichwa al castellano, se pierde la esencia del idioma», indicó a Efe la coordinadora ejecutiva del proyecto, Janeth Otavalo, quien advierte que no solo es importante su rescate, sino su conservación como vía de transmisión de la cultura y saberes ancestrales.
El II Curso Internacional de Expertos Activistas en Revitalización Lingüística echará a andar el próximo 23 de julio y formará a 40 interesados de los pueblos de mayoría indígena como Otavalo, Kayambi, Natabuela, Cotacachi y Karanki.
Entre los requisitos se exige a los participantes hablar o entender el kichwa, ser activistas o desarrollar acciones en favor del dialecto.
DOCENTES INTERNACIONALES
Docentes provenientes de España (País Vasco), Guatemala, Chile, Colombia, México, además de los «Mashis Kichwas» o compañeros kichwas del territorio ecuatoriano, tomarán parte en un evento que servirá de plataforma para «recoger estrategias y acciones para que no se pierda el idioma», comentó Otavalo.
Su sede será la provincia andina de Imbabura, desde donde se capacitará a los participantes para intercambiar conocimientos, practicar la lengua y poner en común proyectos destinados a revitalizarla.
Este es el caso de Jefferson Guitarra, fundador de «Inmortal Kultura» un proyecto musical que aúna el rap con las tradiciones ancestrales y que se presentó en el primer curso lingüístico celebrado el año pasado antes de la llegada de la pandemia.
Su forma de hacer música es una manera de incentivar a los jóvenes a aprender el idioma y conservar su identidad a partir de un «choque cultural» entre el hip hop proveniente de Estados Unidos y el kichwa de Ecuador.
«Es importante adaptarse a la globalización, porque en las comunas predomina la música tradicional, pero los jóvenes tienen otros gustos», dijo Guitarra.
Otras iniciativas de promoción del kichwa incluyen el establecimiento de hospedajes y bares donde se reciba a los turistas en esa lengua, o la creación de una web de memes en kichwa.
El coordinador académico del programa, Elvis Tuqueres, natural de Imbabura, indica que uno de cada cino habitantes de la provincia es de esa nacionalidad.
Con una población de cerca de 18 millones de habitantes, en Ecuador el 7 % de la población se declara indígena, según las estadísticas oficiales, y el kichwa es una de las lenguas autóctonas mayoritarias.
Se trata del segundo idioma más hablado de la familia de las lenguas quechuas y se utiliza en la sierra y Amazonía de Ecuador.
Por su parte, Julen Larrañaga, de la asociación Garabide del País Vasco, ONG que apoya procesos de revitalización lingüística partiendo de la experiencia del euskera, valoró en una rueda de prensa sobre el curso que «la formación tiene que ver con entender qué es lo que está pasando hoy en día con el kichwa», y empezar a «revertir la pérdida que está sufriendo el idioma».
KICHWA AMENAZADO
Según la Unesco, el kichwa está en peligro de extinción, por lo que para Gonzalo Díaz, docente intercultural bilingüe de Imbabura, «el idioma debe tener condiciones iguales como los demás idiomas, e ir implementando no sólo oralmente sino en el campo educativo».
«El Estado, en primera instancia, debe apoyar con financiamiento la formación y capacitación del idioma en el país porque en la actualidad no hay una institución que forme profesores kichwas», mencionó pese a numerosas promesas de apoyar el multilingüismo en el país.
Por ello, este segundo curso internacional tendrá el objetivo de consolidar el kichwa en cuatro formaciones: Académica, gestión de proyectos transformadores, seminarios temáticos e intercambio de experiencias y conocimientos.
Para Igor Xoyon, maestro de educación bilingüe perteneciente al pueblo Chimaltenango, de Guatemala, una de las maneras de no dejar caer en el olvido una lengua es «concientizar a la gente de que el idioma es la parte más grande de la cultura y que se puede utilizar en cosas modernas».
«En mi pueblo, donde el idioma materno es el kaqchikel, lo perdieron hace dos generaciones y la diferencia es inmensa, nos han dividido mucho, ya no existe esa unidad comunitaria que trae el idioma consigo», lamentó. EFE