En estos días se ha podido evidenciar que varios centros de vacunación contra la COVID-19 se encuentran vacíos en el país.
Mientras algunos ciudadanos señalan que el ausentismo se debe a la falta de información y comunicación, otros sostienen que ante esta situación se debería ampliar el rango etario para la inmunización.
Esteban Bernal, Gobernador del Azuay, reconoce que existe un promedio del 30% de ausentismo, motivado por varios factores. Así, por ejemplo, mencionó que hay ciudadanos que simplemente no quieren vacunarse o se han contagiado de COVID-19 y decidieron ya no hacerlo; y, en otros casos optaron por inocularse en el extranjero.
También “puede existir alguna falta de información”, sostiene, aunque indicó que el Ministerio de Salud viene emitiendo “información muy consensuada”.
Por tal motivo anticipó que “precisamente vamos a trabajar en todos los espacios para que la información que nace desde el Ministerio de Salud sea reforzada por toda la institucionalidad del Gobierno Nacional, y me refiero inclusive a las cuentas individuales de los tenientes, jefes políticos, instituciones…”.
Vacunación masiva
El representante del Ejecutivo recalcó que a partir del 19 de julio inicia la vacunación masiva con los transportistas, aunque no especificó el número de dosis destinadas a este sector.
Para garantizar esta premisa -aseguró- han superado la capacidad de vacunación de 10.000 a 12.000 personas por día y empezaron a vincular acciones con clínicas privadas e instituciones públicas con el fin de lograr “al menos 15.000 inoculados en Cuenca y en Azuay, como es el anhelo del vicepresidente (Alfredo Borrero)”.
No obstante, informó que actualmente cuentan con un lote de vacunas “bastante bajo”, aunque es optimista que las dosis continúen llegando los próximos días. Anoche, por ejemplo, se tenía previsto que el arribo de 6.000 vacunas de AstraZeneca, que les permitirá sostener los agendamientos previstos hasta el fin de semana.
Al ser consultado sobre el número de personas vacunadas en la provincia, Bernal expresó que “no quisiera anticiparme a dar una cifra porque se está cerrando la información del grupo objetivo”.
Una campaña con lenguaje sencillo al estilo “Máximo”
Sofía Cabrera, docente-investigadora de la Universidad UTE, dio su punto de vista con respecto a la campaña de vacunación que lleva adelante el Gobierno Nacional.
En su exposición expresó que inicialmente se debe tomar en cuenta que salimos de un proceso en el cual no hubo un manejo adecuado de la comunicación, lo que desencadenó que varios investigadores tengan que buscar fuentes alternativas para brindar información validada, contrastada y verificada.
En relación al nuevo Gobierno reflexionó que puede existir todo el interés para impulsar una campaña de vacunación, empero, se está olvidando de algo importante como es el “proceso sensibilización” para saber llegar a las personas con leguaje sencillo en los temas de salud. “El lenguaje científico y técnico hay que trasladarlo y contextualizarlo a un lenguaje ciudadano, no traducirlo, para que haya un impacto positivo”.
La profesional cree que la campaña de vacunación habla sobre quiénes son las personas que deben vacunarse, dónde y cuándo, pero hace falta explicar la importancia de la vacunación y cómo actúan las vacunas en el organismo; preguntas que se están despejando a través de canales que no son los oficiales.
“Hoy en día estamos afrontando una pandemia, incluso más fuerte que el Coronavirus que es la desinfodemia (exceso de información) en redes sociales, principalmente en Facebook y WhatsApp, quizás porque sus contenidos son más ciudadanos. Siempre les digo a mis estudiantes que la desinformación viene en lenguajes más creativos y para atacarla deberíamos desarrollar información científica en lenguajes creativos”.
Por otro lado, piensa que todavía no hay un “discurso político unificado”, desde el actual Gobierno con el Ministerio de Salud hasta los centros de vacunación.
La necesidad de desarrollar una campaña de vacunación con contenidos didácticos y divulgativos que permitan “ciudadanizar” el conocimiento científico como contar nuestras propias historias en forma de anécdotas, es fundamental para Cabrera, quien trae a colación a “Máximo”, el colorido y siempre alegre tucán que promocionaba campañas de salud en Ecuador allá por los años 80 y 90´s. “Si hoy en día apareciera un Máximo sería genial, porque engancharía una generación que lo conoció y ahora somos padres y tíos”, reflexiona.
Cabrera piensa que para llegar con la campaña de vacunación a las personas que no tienen celular ni Internet se debe regresar a lo que antes se hacía comunicacionalmente: utilizar nuevamente a los megáfonos, el perifoneo; volver a los barrios y comunidades que se basan mucho en sus líderes. Previamente debe promocionarse una campaña de sensibilización.
Veeduría pide que se liberen las edades ante ausentismo en vacunación
Teresa Bermeo, coordinadora de la Veeduría por la Vida”, mencionó que luego de venir realizando un monitoreo en territorio evidenciaron que las personas llamadas a inocularse no están asistiendo a los centros de vacunación, lo que afectaría al Plan de Vacunación 9/100 (9´000.0000 de vacunados en los primeros 100 días de Gobierno).
“Vemos con preocupación que los recintos permanecen vacíos, desaprovechando los recursos económicos y humanos, por tal razón estamos pidiendo a gritos que se liberen las edades y empiecen a llamar a nuevos grupos, evitando así que la desinformación vaya ganando sobre la vacunación”.
En este contexto, Bermeo sostiene que han comprobado además que las personas no se vacunan porque tienen miedo a la vacuna por rumores infundados. “Me han dicho inclusive que las vacunas tienen sangre de murciélago o que vienen con un chip inteligente”.
Bermeo acotó que se deben acelerar los procesos en la provincia, después de conocer los datos de la vacunación en la provincia facilitados por la Comisión de Salud y Deporte de la Asamblea Nacional. “Azuay tiene un porcentaje de vacunación del 24, 89% (primera dosis) y 14, 26% (segunda dosis), en más de 150 días. Estamos con un avance muy limitado. Si seguimos a este paso, creo que la etapa final se puede complicar con aglomeraciones que podríamos evitarlas a tiempo”. (D)