Las tres dimensiones de la naturaleza: vegetal, animal y humana, si desaparece una de ellas se apaga la existencia.
El hombre acumula tiempo en sus días y en sus noches, en sus seños y vivencias que le van abriendo caminos y plantándose en su ser.
En el mundo animal llama al cariño la ternura de las madres alimentando a sus crías acariciándolas con su lengua como si fuera un beso.
El mundo de los vegetales no es solamente un alimento, sino en todos los tiempos hasta hoy está lleno de mitos y leyendas. Las manzanas encierran un oculto vínculo con el amor, una relación prohibida sugerida por la serpiente, ideada por Eva y aceptada por Adán, engendró el Pecado Original y como castigo la muerte, según nos relata el Génesis.
En el sigo XVIII, allá por Venecia nació el más impúdico de los seductores Giacomo Casanova; la inquisición lo acusó de magia negra y ciencias ocultas, alguien sugirió que debía habitar en el paraíso terrenal y alimentarse de manzanas.
Las plantas también sirven en diferentes métodos de adivinación y brebajes de amor y encantamientos y hasta para robos y secuestros usando las flores de floripondio en la preparación de la escopolamina vulgarmente llamada burundanga que imprudentemente en algún periódico daban la receta. (O)