El presidente de Perú, Francisco Sagasti, ratificó que en su país se celebraron elecciones limpias, que han sido observadas por organismos internacionales y con un sistema electoral «que ha funcionado sin la más mínima interferencia por parte del Poder Ejecutivo».
«Todo se ha ceñido a las reglas establecidas. Las misiones de observación internacional, todas, han indicado que el proceso no ha sido fuera de lugar, que haya contravenido las normas que se requiere para elegir un gobernante de manera transparente y honesta», sostuvo en declaraciones publicadas este domingo por el diario El Comercio.
Sagasti, quien asumió el Gobierno transitorio de Perú en noviembre pasado, enfatizó que su gestión se ha «mantenido al margen» del proceso, tal como indican las leyes peruanas, y ha «dado todas las facilidades a los organismos electorales, sin la más mínima interferencia».
«Hasta la segunda vuelta en la noche, los dos finalistas dijeron que las elecciones eran limpias y sin problemas, y que el Gobierno no debería intervenir. Entonces, la evaluación tendría que venir sustantivamente de los partidos políticos que participaron en la segunda vuelta», remarcó.
LA OPOSICIÓN DE KEIKO FUJIMORI
El presidente se pronunció en medio del enfrentamiento político y la profunda polarización que afronta su país tras la segunda vuelta presidencial del pasado 6 de junio, que disputaron el candidato izquierdista Pedro Castillo y la derechista Keiko Fujimori.
El recuento oficial de la segunda vuelta señaló que Castillo obtuvo poco más de 40.000 votos que Fujimori, aunque el jurado electoral aún no proclama a un ganador porque debe terminar de resolver las impugnaciones que se han presentado.
La candidata alega desde el día siguiente al balotaje que ha sido víctima de un «fraude sistemático», del que no ha presentado pruebas fehacientes, y pidió la anulación de actas con unos 200.000 votos de zonas donde Castillo obtuvo una votación abrumadora.
Ningún organismo de observación electoral, entre ellos la OEA, ha encontrado indicios de «fraude», mientras que países e instituciones como la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido y Canadá han expresado su confianza en el sistema electoral peruano y en que las elecciones peruanas han sido libres y limpias.
A pesar de ello, Fujimori aseguró este sábado que no aceptará la promulgación de Castillo como presidente electo de Perú, una decisión que se considera que el JNE anunciará durante esta semana.
«Estamos aquí para dar un mensaje claro y contundente. Dicen que en pocas horas o en pocos días van a consumar el fraude en la mesa y nosotros les decimos que no vamos a aceptarlo», dijo la candidata.
DESINFORMACIÓN DE VARGAS LLOSA
Sagasti también lamentó «la desinformación» que, según dijo, tiene el escritor Mario Vargas Llosa, quien apoya públicamente a Fujimori y aseguró esta semana en España que su gobierno ha tomado partido por el candidato Castillo.
«Lamento la desinformación, porque cualquier persona que puede ver objetivamente, con claridad, las cosas que ha hecho el Gobierno, puede ver que eso no es cierto», remarcó.
Añadió, sin embargo, que «se queda con las declaraciones» que dio Vargas Llosa anteriormente, cuando confirmó que conversó sobre las elecciones con Sagasti pero este diálogo no implicó ningún intento de intervenir en el desarrollo del proceso.
«Para mí, la política, en general, consiste en un ejercicio de diálogo, de conversación, con las personas que están de acuerdo con uno y con las personas que no están de acuerdo, sobre todo en momentos críticos», remarcó el gobernante.
LISTO EL PROCESO DE TRANSFERENCIA
Sagasti informó, por otra parte, que su régimen ya está «haciendo una transferencia administrativa» y «todos los ministros tienen lista la información del caso» para entregar «a quien siga en el cargo toda la gama de opciones para que decida».
«Vamos a estar a disposición, y yo personalmente» sostuvo antes de decir que lo «ideal» sería que una vez que se proclame al ganador se reúna el foro del Acuerdo Nacional «con los dos finalistas, y acordar un mini acuerdo de respeto mutuo y gobernabilidad».
En ese sentido, sostuvo que le «encantaría» ser testigo de un diálogo entre los candidatos, ya que «todo el país espera un mínimo de reconciliación y de respeto».
«Todo el país está en vilo y requiere un enorme esfuerzo de concertación, de respeto mutuo, de no descalificación, de trabajar de acuerdo a los hechos; y, de ahí en adelante, trabajar juntos en el Bicentenario» de la independencia de Perú, que se cumplirá este 28 de julio, el día que asumirá el nuevo gobernante, concluyó. EFE