Glenda Morejón es una de las esperanzas de Ecuador para sumar una nueva medalla olímpica, esta vez en la disciplina de marcha, una de las más importantes en su historia deportiva.

A sus 21 años, la imbabureña ya es tres veces campeona sudamericana en marcha 20 kilómetros. Morejón llega a Tokio como la cuarta mejor rankeada en su disciplina. El ránking es liderado por las chinas Hong Liu, Jiayu Yang y Shijie Qieyang.

En junio del 2019, el día de su debut en los 20 kilómetros marcha, Glenda ya dio una prueba de lo que puede lograr: ganó la medalla de oro dejando atrás a las cuatro mejores atletas de la marcha en el planeta, las que son ahora sus rivales en los Olímpicos. También se clasificó a Tokio e impuso un récord mundial sub 20.

Ese año, la atleta dejó Imbabura y se trasladó a Cuenca, la cuna de los mejores marchistas ecuatorianos. Empezó a entrenar con Andrés Chocho.

En Cuenca adquirió una nueva metodología de trabajo. Chocho amplió su perspectiva e incluyó en su planificación sesiones en gimnasio, reuniones con la fisioterapista, nutricionista y le motivó a que aprenda natación y un segundo idioma, el inglés.

Fue empezar de cero pensando en resultados a mediano plazo. Si no se daba ese giro de 360 grados, Ecuador iba a perder a un gran talento. Morejón ya no quería entrenar, su cuerpo soportaba cargas de un adulto y cada vez acumulaba lesiones.

Después de una para por la pandemia, Morejón volvió a competir en Ecuador y España, preparándose para debutar en sus primeros Juegos Olímpicos. El camino para llegar hasta acá ha sido, como para la mayoría de deportistas ecuatorianos, más difícil de lo que debería.

En el 2017, cuando Morejón ganó la medalla de oro en el Mundial de Atletismo Sub 18, no constaba en la lista de deportistas del Programa de Alto Rendimiento y no recibía apoyo para su preparación, pese a que ya había sido tres veces campeona sudamericana, ser la dueña de las marcas nacionales de los 5 km marcha en tres categorías o poseer récords sudamericanos y un título panamericano.

Ese año, la atleta compitió con los zapatos rotos y ganó la medalla. “Estos zapatos me han acompañado durante toda mi preparación para el mundial que tenía en frente, ya las últimas semanas antes de viajar a Kenia, se me hicieron complicadas para poder entrenar, y mi papá me fue parchando los zapatos para poder terminar mi preparación, y decidí que te tenía que llevar estos zapatos al viaje”, contó a El Norte TV.

Después de alcanzar más logros, la empresa privada empezó a apoyarla.

Esta semana, Glenda cumplirá una de sus metas: representar a Ecuador en los Juegos Olímpicos y va con la firme convicción de que puede dar al país una alegría más. «Los sueños se cumplen, no importa si es hoy o mañana, muchos años de esfuerzo y dedicación valen la pena porque llevo a Ecuador en mi corazón», publicó en su cuenta de Instagram a un día de la competencia.