El mirador turístico, El Boquerón, un encanto natural en Cuenca

Presenciar el atardecer o amanecer es uno de los encantos que ofrece el mirador turístico El Boquerón, ubicado en la parroquia Turi, provincia del Azuay.

El acceso a este encanto natural, que abrió sus puertas en noviembre de 2020, es por la vía Turi-Tarqui, tomando en cuenta la señalización.

Desde el Centro Histórico de Cuenca con destino a El Boquerón, se tarda aproximadamente 25 minutos en vehículo particular; aunque también es una ruta elegida por ciclistas.

Milton Melgar, presidente de la Asociación de Turismo El Boquerón, contó que en este sitio se realiza senderismo, cabalgata, ciclismo y camping.

Los turistas nacionales y extranjeros, así como la gente propia de la ciudad, tienen contacto con la naturaleza desde su llegada. Existe un amplio par queadero de vehículos en la zona baja. “En ese instante inicia el senderismo, en un recorrido que no va más allá de un kilómetro para llegar a la parte alta; sin embargo, las personas que no desean caminar también pueden alquilar un caballo”, dijo Melgar.

Además, brindan las facilidades de movilización para las personas de la tercera edad o discapacitados y así disfruten de este encanto natural.

El atractivo principal es su balcón turístico, con una vista de 180 grados, a 3.040 metros de altura. A más de presenciar el cielo y la ciudad, se puede disfrutar de su fauna, entre ellas el búho o el gavilán.

Mientras se realiza senderismo por la zona, se llega al Santuario de las Huacas, con hoyos de siglos de antigüedad.

En el sitio se encuentra comida típica de la región Sierra, y bajo pedido, también se realiza cualquier variedad de platos para familias y grupos.

La gran mayoría de productos y alimentos que se ofertan son de la propia comunidad, como una forma de contribuir a la reactivación económica. “Este mirador turístico genera ingresos a personas de Turi porque adquirimos el maíz para elaborar las tortillas, se adquiere los cuyes o inclusive en el propio alquiler de caballos”, se refirió.

El nombre El Boquerón surgió de las antiguas generaciones. “Nuestros antepasados relataron que en la parte alta de los hoyos se formaba una brisa y el viento sonaba como una melodía. Además, la palabra Boquerón se puede asimilar como boca grande”, relató Melgar.

El sitio crece gracias al turismo de la gente, pues todo lo que se genera en ingresos se vuelve a invertir en mejoras. Por ello, brindan las facilidades con alquiler de carpas, se entrega leña para realizar fogatas, y para calmar un poco el frío de la noche se deleitan de un canelazo.

Así como este sitio abre sus puertas al turismo, se hace un llamado a sus visitantes a que cuiden y protejan este espacio natural.

1. Camping y fogatas

En el sitio se puede realizar varias actividades, entre ellas camping y fogatas. Si las personas no cuentan con las carpas o la leña, estos implementos son facilitados a los turistas. Dentro del proyecto también está la creación de una cabaña.

2. Activaciones

Se promueve este sitio al turismo local, nacional y extranjero. En semanas anteriores, varias autoridades de la ciudad y el país arribaron al lugar y disfrutaron de la quema de castillos, la vaca loca, música y disfrutaron de la gastronomía de Cuenca.

3. Paisaje

Los visitantes pueden disfrutar de un paisaje único, observando desde la parte alta la parroquia Baños y la ciudad de Cuenca. Además, rescatar los juegos tradicionales es parte del proyecto de El Boquerón, entre ellos el conocido como “palo encebado”.

(JRU) (I)

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