Dirigentes del exilio cubano en Miami expresaron este miércoles comprensión hacia Yunior García, el joven dirigente del grupo convocante de la marcha del 15N en Cuba que llegó a España escapado de la «tiranía» y la «represión» del régimen, un «destierro» que padecen millones de compatriotas.
García «se ha escapado de una tiranía y de un Gobierno que la emprende con todo tipo de chantajes y amenazas hacia quien intenta ejercer el derecho a la libertad», dijo a Efe Antonio Díaz Sánchez, secretario general del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL).
Sin profundizar en las razones y circunstancias que determinaron la salida repentina de García, uno de los promotores de la marcha cívica convocada el pasado lunes en Cuba, Sánchez insistió en que lo único que ha hecho el disidente es «escapar de una sociedad sin derechos ni libertades» que «sufre la represión» del Gobierno comunista.
García es una figura esencial del grupo disidente Archipiélago, organizador de la Marcha Cívica por el Cambio (15N), que fue impedida por el Gobierno cubano mediante detenciones o retenciones en sus propias casas de los principales líderes del 15N y opositores destacados.
Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, afirmó a Efe que la partida de la isla del disidente de 39 años, que aterrizó en Madrid junto con su esposa con un visado de turista, según confirmaron fuentes gubernamentales españolas, es una «evidencia contundente de la naturaleza represiva de esa dictadura».
«Le hace pagar (el régimen cubano) con el destierro por simplemente convocar a su pueblo a una marcha pacífica para pedir reformas democráticas», aseveró Sánchez.
Preocupa ahora al exiliado cubano la situación de desamparo en que puede quedar otra de las voces más firmes del grupo Archipiélago, la activista Saily González, a cuyo domicilio acudieron el pasado lunes varias decenas de personas para gritar amenazas y consignas, como muestra un video que ella misma publicó en redes sociales.
«Temo que González se convierta ahora en el siguiente objetivo de la dictadura, por eso pido al mundo que mantenga su mirada sobre ella y el cambio democrático» en la isla, alertó.
A Silvia Iriondo, de MAR por Cuba, que rehusó hacer conjeturas sobre la partida de Yunior García, no le extraña «la manipulación de que es capaz, por su naturaleza, este régimen».
La opositora opinó que los cubanos deben «sentirse bien» por la «valentía de todos los hombres y mujeres que salieron a las calles el 15N, a pesar de que isla estaba sitiada de punta a punta por fuerzas represivas».
En un mensaje al régimen cubano, manifestó que «su final ha comenzado y es irreversible» a pesar de la «represión brutal» que ejerce sobre quienes se le oponen, y recordó que el paro nacional está en marcha y no es un día determinado sino un proceso continuado.
Destacó especialmente a Efe la participación de los sacerdotes y monjas en la convocatoria a marchar pacíficamente.
«Salieron de sus casas y fueron arrestados», subrayó en referencia, entre otros opositores, a Berta Soler, Ángel Moya y Manuel Cuesta Murua.
La misma consideración sobre la implicación del clero cubano en las protestas del 15N aportó a Efe Orlando Gutiérrez, secretario general del Directorio Democrático Cubano, al decir que «monjas y sacerdotes y líderes religiosos se manifestaron e implicaron, «y eso sí es algo novedoso» que resaltar.
Pero lo que «no es novedoso» es la partida de García. «El régimen comunista deporta o saca del país, como estrategia, a los opositores», aclaró Gutiérrez, líder de la plataforma opositora Asamblea de la Resistencia Cubana.
Se trata de un régimen, añadió, que «tiene todo tipo de armas, personas y herramientas» para «deportar o expulsar a cualquier ciudadano que se levanta y atreve a hablar», zanjó. EFE