Lo dice el Ministerio del ramo: a partir del 2023 empezarán a arrancar el oro desde las entrañas de Loma Larga. Y dice también el Ministerio del ramo, que el contrato de inversión, por USD 340 millones, donde la empresa canadiense Dundee Precious Metals adquiere la concesión de Loma Larga a INV Metals, ha sido aprobado. Y lo dice, además, como si nada. Como si poco importara la consulta popular donde una inmensa mayoría del 80% de los cuencanos votó por conservar la vida en los sagrados páramos de donde fluyen sus ríos y sostiene la vida de sus comunidades.
Lo que no dice el Ministerio del ramo es que la inversión gigantesca ya no tiene marcha atrás. Que esa es la razón por la que un ejército entero de abogados se ha dedicado a buscarle los vacíos legales a la consulta popular. Lo que no dice el Ministerio del ramo es que mientras los contratos con las corporaciones mineras avanzan a toda velocidad, con la venia del gobierno nacional, el oficio enviado al Ministerio de Ambiente y Agua (MAAE) solicitando la ratificación de las zonas de recarga hídrica sobre las que opera la consulta popular, duerme hace más de un año en los insondables pasillos del centralismo capitalino.
Lo que no dice el Ministerio del ramo (claro, por qué lo diría) es que Dundee es un gigante corporativo dedicado, este sí, a la explotación pura y dura. Lo que tampoco dice el Ministerio del ramo, porque no le conviene, es que Dundee tiene operaciones en Serbia, Armenia, Bulgaria y Namibia (esta será la primera vez que clava los colmillos en suelo latinoamericano), donde incontables comunidades han denunciado los desastres ambientales y sociales dejados a su paso.
Son muchas cosas las que dice el Ministerio del ramo y otras más las que calla. Pero cuidado, que lo diga bajito. No vaya a ser que el pueblo lo escuche y decida hacer valer su derecho a vivir. No vaya a ser que el pueblo despierte y encuentre en la memoria de la sangre el valor de los abuelos. Y entonces veremos…