La séptima ronda de negociaciones para restablecer el tratado nuclear con Irán se ha interrumpido este viernes para que las delegaciones consulten con sus capitales antes de reunirse de nuevo la semana que viene, bajo lo que la Unión Europea calificó de un «sentido de urgencia».
«Nos esperan importantes desafíos. El tiempo no es ilimitado. Hay una evidente sensación de urgencia y no tenemos mucho tiempo, y mucho trabajo por hacer», explicó a los medios Enrique Mora, el número dos del servicio diplomático de la UE y coordinador de las negociaciones, al anunciar el receso de la reunión.
Mora recordó que esta séptima ronda negociadora es la primera desde junio y la primera en la que participa el nuevo Gobierno iraní tras las elecciones de agosto.
En ese sentido, insistió en que, aunque se está trabajando sobre los documentos que se dejaron cerrados el pasado junio, se están incorporando «nuevas sensibilidad del nuevo Gobierno iraní», relativas sobre todo al levantamiento de las sanciones que ahogan su economía.
«EL TIEMPO SE ESTÁ AGOTANDO»
Esas propuestas de cambio fueron calificadas de «decepción» y «preocupación» por fuentes diplomáticas del E-3, que agrupa a Alemania, Francia y el Reino Unido, y que junto a Rusia y China participan en la negociación.
Según los europeos, Irán está dando marcha atrás en todos los compromisos alcanzados durante las difíciles negociaciones previas y proponiendo «grandes cambios».
«Hace más de cinco meses, Irán interrumpió las negociaciones. Desde entonces, Irán ha acelerado su programa nuclear. Esta semana, ha dado marcha atrás en los avances diplomáticos realizados», resumieron esas fuentes lo sucedido en esta ronda negociadora.
Los tres países europeos insistieron en su compromiso con la vía diplomática, pero advirtieron de que «el tiempo se está agotando».
El jefe de la delegación china, Wang Qun, reconoció ante la prensa que un acuerdo «aún está lejos».
«Todas las partes han acordado seguir negociando dónde terminamos en junio», destacó Wang, quien calificó el ambiente vivido esta semana como «serio y razonablemente constructivo».
El objetivo de estas negociaciones, que se celebran a nivel de altos cargos y expertos, es restablecer el acuerdo conocido como JCPOA (por sus siglas en inglés), firmado en 2015 y que limitaba el programa nuclear de Irán para impedir que ese país se haga con armas atómicas en el corto plazo.
Sin embargo, tras la salida del acuerdo en 2018 de Estados Unidos, que en Viena solo participa de forma indirecta, el acuerdo está en peligro.
Washington impuso nuevas sanciones, mientras que Irán empezó a incumplir sus obligaciones del acuerdo, sobre todo en cuanto a la producción de uranio enriquecido, un material de posible doble uso, civil y militar.
Los negociadores pretenden ahora encontrar una forma para que EEUU e Irán vuelvan a cumplir el acuerdo.
Para eliminar sus sanciones, Washington exige que Teherán cumpla primero todas sus obligaciones, incluyendo el pleno acceso para los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica.
Irán, por su parte, dice que solo hablará sobre sus cumplimientos una vez que EEUU haya eliminado todas sus medidas punitivas, que dañan a su economía. EFE