El 13 de diciembre, el ministerio de Energía declaró la fuerza mayor para el sector petrolero en el país por los efectos de la erosión en el río Coca.
Sin embargo, para Henry Llanes, esta decisión es insuficiente, y alertó de la existencia de una presunta negligencia petrolera porque el problema de la erosión no depende de declarar fuerza mayor, sino de buscar un lugar adecuado y con consistencia técnica para la construcción de variantes. Las siete variantes que han construido se han ido en el agua, dijo.
.- ¿Cuál es la alternativa para evitar que continúe la erosión?
Es realmente cuestionable que se sigan realizando trabajos, construyendo tuberías, muros de piedra y pilotes, y que a día seguido se vayan río abajo debido al avance de la erosión del suelo del río Napo y de sus afluentes; los ríos Malo y Piedras Bonitas.
Esto está generando, como es obvio, más costos a la empresa estatal y beneficiando a las contratistas que operan en esa zona. Es lamentable que la Contraloría General del Estado (CGE) y la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero no se pronuncien por esas acciones equivocadas.
.- ¿Qué deben hacer estas instituciones?
Realizar una fiscalización con el apoyo de técnicos especializados, ingenieros geólogos y geofísicos ante la insistencia del gobierno de construir variantes en una zona de alto riesgo que conforme avanza la erosión del suelo la tubería se destruye y se va en el agua. La Contraloría y la Agencia de Regulación deberían fiscalizar esas decisiones.
.- ¿Por qué cree usted que no se pronuncian?
Primero porque tenemos una Contraloría muy débil, muy cuestionada. Esto es lo peor que le pudo pasar al país, y luego que esa Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero no puede decir nada porque es un organismo subalterno del ministerio de Energía.
Por eso creemos que esa entidad debería salir del ministerio, y por el contrario convertirse en una superintendencia de hidrocarburos con autonomía e independencia y con atribuciones de fiscalización. Mientras continúe como organismo subalterno prácticamente no habrá un control serio en el manejo de la actividad hidrocarburífera.
.- Pero las autoridades del ministerio dicen que cuentan con estudios para evitar riesgos ¿Entonces?
En esa zona no se han realizado estudios integrales de riesgo y de la erosión del suelo. Por eso resulta conveniente realizar ese tipo de trabajos si previamente no se tienen esos estudios. La variante que se debió construir en forma definitiva -los oleoductos, los poliductos y la carretera- debió ser trazada por el puente de los Monos, por el bosque protector La Cascada, en la confluencia de los ríos Quijos y El Salado. Para que la tubería definitiva esté segura, ésta debe pasar por el flanco derecho del río Coca.
Técnicos y geólogos lo han dicho de manera reiterada que esta es la solución, y no por el sector donde está insistiendo el gobierno y que está ubicada en la cabecera de la confluencia de los ríos Malo y Piedra Bonita, que es donde justamente se produce la erosión. A esto se sumará el invierno que generará mayor carga pluviosidad principalmente entre enero y abril.
.- ¿Ya existen antecedentes?
En 1989, después del terremoto de 1987, se realizó un análisis de riesgo geodinámico del Sistema del Oleoducto Transecuatoriano (SOTE), el mismo que comprendió desarrollar estudios de fallas geológicas, de erosión, de pluviosidad y de cambio de clima.
.- ¿Quién lo hizo?
En este trabajo participó la Universidad Central en el tramo Lago Agrio – Papallacta, la Escuela Politécnica Nacional en el tramo Papallacta – Chiriboga y la Escuela Politécnica del Litoral (ESPOL) en el tramo Chiriboga – Balao.
Estos trabajos fueron entregados a Petroecuador en 1989, así lo hizo la Universidad Central del Ecuador, según los reportes entregados por Fernando Reyes Cisneros, ingeniero petrolero, vicepresidente del Colegio de Ingenieros Geólogos, Minas, Petróleos y Ambiental.
.- ¿Se debió tomar en cuenta este estudio?
Si se hubieran realizado estos trabajos conforme lo indicaron los ingenieros, el país no estuviera corriendo el riesgo de quedarse sin ingresos por la suspensión de la exportación petrolera, o de quedarse sin el abastecimiento de combustibles, o dejar incomunicadas a las provincias de Sucumbíos y Orellana.
.- ¿Deberían solicitar ayuda a otros países?
Otro error que cometió el gobierno anterior, fue sacar al Ecuador de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En estos casos, el país ya ha tenido el apoyo de esta organización, como ocurrió en 1987 cuando recibió la entrega de petróleo, préstamos, intercambio tecnológico, entre otros beneficios.
Los oleoductos por donde se transportan los hidrocarburos están sujetos a sufrir siniestralidades de diferente característica: por hundimiento de suelo, deslaves, rompimiento por creciente de ríos, incendios, terremotos, erupciones volcánicas y por otros factores. (Quito.- SCC)-(I)
En el período 1972- 2001, el SOTE ha sufrido 61 rompimientos, la mayoría de los casos por la creciente de los ríos Quijos, Papallacta y Aguarico, así como por deslaves y otros factores.
