La meta del presidente Guillermo Lasso de alcanzar la producción de 1 millón de barriles de petróleo diarios hasta el final de su mandato, es alcanzable, según Ítalo Cedeño, el nuevo gerente de Petroecuador, quien afirmó que en los próximos días hará público el plan estratégico para lograr este objetivo.
Cedeño adelantó algunas de sus estrategias: atraer inversión privada; transformar a la empresa estatal en sociedad anónima; lograr la explotación de nuevos pozos y repotenciar lo existentes, sobre todo en el sector del gas; renegociar los contratos; y revalorizar el crudo ecuatoriano en el mercado internacional.
Uno de los principales cambios propuestos por Cedeño, quien tiene 40 años de experiencia en el área hidrocarburífera, es la transformación de Petroecuador de empresa pública en sociedad anónima, para lo cual se ha contratado una consultoría y auditoría con la empresa estadounidense Arthur D. Little.
El cambio, en primer lugar, transparentará las cuentas de la compañía, cuya situación financiera ha sido siempre un misterio; además le permitirá la cotización de sus acciones en la Bolsa de Valores, con lo que podría financiar nuevos proyectos.
“No hay que tenerles miedo a las sociedades anónimas”, afirmó el gerente de Petroecuador, quien recalcó que varias compañías estatales, como Ecopetrol de Colombia, trabajan bajo esta figura.
Nuevos contratos
El Estado no cuenta con recursos para invertir y de eso están conscientes las autoridades, por esta razón se apuntará a atraer la inversión extranjera para el sector hidrocarburífero, ya sea para la explotación de nuevos pozos o para repotenciar la producción en los actuales.
El gerente de Petroecuador puntualizó que el aumento de la producción petrolera solo se puede lograr a través de la implementación de tecnología de punta, para lo cual se planifica la renegociación de contratos y la apertura de nuevas rondas petroleras para la entrega de nuevos campos al sector privado.
Sin embargo, Cedeño advirtió que el objetivo es lograr el mayor beneficio posible para el país, por lo cual se planifica establecer consorcios como el que funcionó en la década de los 70, entre la estatal CEPE y Texaco, en el que el Estado y la empresa privada operaban juntos los campos.
“Queremos es un incremento sostenido, agresivo, demandante de la producción petrolera del Ecuador, no podemos dejar ese recurso en el subsuelo, o lo producimos ahora o no lo produciremos nunca, porque el cambio a energía renovable está aquí muy cerca”, advirtió Cedeño.
Dentro de los planes de Petroecuador, en los que intervendría el sector privado, está la optimización del campo Amistad, que actualmente produce 25 millones de pies cúbicos de gas, se espera duplicarlo; también se hará especial énfasis en ITT, se planifica que Ishpingo entre en operación en mayo de este año, producirá 150 mil barriles diarios.
“Nosotros vamos a sacar todo el potencial petrolero hidrocarburífero del Ecuador a inversión extranjera privada y nos vamos a asociar con ella y vamos a lograr los mejores resultados”, puntualizó Cedeño.
Revalorizar el petróleo
El petróleo ecuatoriano, debido a su baja calidad, es castigado con un descuento en relación con el WTI, que es el crudo que se emplea como referencial; pero
Cedeño tiene una estrategia para evitar que esto siga sucediendo y es la venta de spot de petróleo, que se hace con pago inmediato.
“Al menos el 10% del excedente de la producción lo vamos a destinar al mercado internacional, que es
donde dan el verdadero valor del crudo ecuatoriano con respecto al WTI; eso lo vamos a hacer con ambos crudos, el Oriente y el Napo, eso va a hacer que el crudo ecuatoriano se revalor ice”, explicó Cedeño.
“Interés mínimo”
Aunque todas las ideas propuestas por el flamante gerente de Petroecuador le parecen interesantes, para el experto petrolero, Fernando Santos Alvite, es tarde para aplicarlas. Advierte que en el mundo las inversiones petroleras van en declive, pues se está dando paso a las energías limpias.
“El interés de las grandes empresas ya es mínimo, y más en nuestros campos, que producen tan poco; es un mal momento para buscar inversión extranjera en este sector. Ahora la preocupación está centrada en el problema ambiental, las inversiones se están retirando de las fuentes de energía hidrocarburífera”, dijo el analista.
Por esta razón, para Santos Alvite, la meta del Gobierno de alcanzar el millón de barriles diarios es prácticamente imposible. “El objetivo debería ser mantener los niveles históricos, es decir, terminar el mandato con unos 500 mil barriles diarios, esa es una meta real e igual de ambiciosa”, dijo. Quito.- (ASM)-(I)-