Ayer continuaron las labores de limpieza en la zona que resultó afectada por el alud que el pasado lunes golpeó a dos barrios del centro norte de Quito y que hasta el momento, según datos del Municipio de Quito, ha dejado 25 personas fallecidas, 6 desaparecidas y 52 heridas.
Al momento se han evaluado 174 viviendas, de las cuales 38 presentan un daño parcial y tres, daño total.
Además de recolectar ayuda para los damnificados, el alcalde de la ciudad, Santiago Guarderas, informó que el objetivo de su administración es avanzar hacia una solución definitiva contra los deslizamientos que ya se han producido antes en la zona, que incluye la adquisición de terrenos y la construcción de infraestructura preventiva.
Guarderas informó ayer sobre la construcción de nuevos diques y estructuras de captación, situación que debe ser estudiada en función de las laderas. En este sentido, dijo que se firmó un convenio de cooperación con JICA (Agencia de Cooperación Internacional del Japón) para implementar un sistema de alerta temprana en la zona.
Además, Guarderas no descartó la posibilidad de que el Municipio adquiera los terrenos de las laderas del Pichincha, ubicados en la parte superior de la zona en la que se produjo el actual alud, que son de propiedad privada. El objetivo es evitar que en el sector se sigan ejecutando proyectos urbanísticos y que se avance en la construcción de un cementerio, la zona se declararía como protegida.
“Tenemos que hacer la limpieza de las quebradas y monitoreo permanente, en este momento no hay situación de peligro y se define de manera jurídica la relocalización de barrios y crear un bosque protector, las cuales son soluciones a mediano y largo plazo”, mencionó el burgomaestre de la capital. (ASM)-(I).