Tras haber tenido que interrumpir una exitosa gira por Latinoamérica días antes del inicio de la pandemia en 2020, un «eufórico» Raphael regresa al continente para deleite de su público más fiel y poder seguir «arriesgando» en el escenario.
«Soy un chico muy arriesgado, me gusta arriesgar», explica en una entrevista con Efe desde Madrid, días antes de reemprender su Raphael ReSinphónico Tour, que arranca el próximo 10 de marzo en Colombia para continuar por Ecuador, Chile, Uruguay, República Dominicana, Costa Rica y finalizar el 14 de mayo en Argentina.
Y es que, consciente de que «para poder ganar hay que arriesgar», el artista español con más de seis décadas de trayectoria volverá a encontrarse con el cariño de sus seguidores latinos que paulatinamente regresan a los grandes conciertos de manera presencial.
FIDELIDAD LATINOAMERICANA
«Desde que me conoció hace muchos años (el público latinoamericano) eso fue entregarse por completo, y hasta hoy», asegura el de Linares al agradecer que ese público le profese «una fidelidad tremenda». «Y yo correspondo», apostilla.
A pesar de los tiempos convulsos que corren, tras dos años de pandemia que han dejado duros indicadores en el continente, y la incertidumbre global por la invasión rusa de Ucrania, Raphael reivindica precisamente la música para superar la desazón.
«Hay gente que se viene abajo, a esas personas yo les diría que no den oportunidad para venirse abajo, que sigan pensando en positivo, que la vida continúa y que tenemos esta prueba que vamos a superar, igual que superamos la pandemia», receta tanto a espectadores como a los artistas.
Pero, ¿de dónde saca tanta energía?
«Creo que es la ilusión que tengo por las cosas, la ilusión mueve montañas», reflexiona el intérprete de éxitos como «Mi gran noche» o «En carne viva».
ILUSIÓN INTACTA
Precisamente ha hecho de la ilusión su nuevo mantra y no se cansa de insistir en que «por mucho que hayas hecho, porque yo he hecho de todo en 60 años, la ilusión está ahí como el primer día».
Además de su gira inaugurada en su país en 2019, el cantante no se ha quedado de brazos cruzados durante la pandemia, sino que ha sacado Raphael 6.0, un disco con 13 canciones versionadas, ha continuado dando conciertos en España y recientemente incluso presentó documental sobre su vida, «Raphaelismo».
En su esperado regreso a América Latina tampoco será como estaba previsto hace dos años. En el caso de Ecuador, donde se presenta el día 13 de marzo lo hará acompañado de la Orquesta Sinfónica Nacional.
«Le he dado una gran vuelta al ReSinphónico que hice hace dos años con un éxito impresionante», adelanta sobre una puesta en escena con melodías orquestales pero también electrónicas, «porque estoy continuamente en plena ebullición, nunca me repito».
Entre sus máximas, que quienes vayan a sus conciertos no pueden salir diciendo que siempre canta lo mismo, «puede que la canción sea la misma pero la canto de otra manera, con otro ritmo», argumenta el incombustible artista intergeneracional.
GIRA CON ARREGLOS SINFÓNICOS Y ELECTRÓNICOS
La gira promete no defraudar a sus incondicionales con una revisión de sus grandes éxitos pero con sonidos actualizados gracias a los arreglos del productor Lucas Vidal, grabados en los míticos estudios de Abbey Road de Londres.
Vestido con una chaqueta con reminiscencias de los Beatles y rodeado de varios de los más de 335 discos de oro, 50 de platino y uno de uranio por la venta de más de 50 millones de copias en todo el mundo, Raphael se muestra «eufórico y muy agradecido por todas las oportunidades», por lo que seguirá actuando «hasta que Dios quiera».
«Yo no me dejo abatir y pido al público que en estos tiempos que son difíciles no se dejen abatir, pa’ lante (sic)», sentencia el cantante.
Desde abuelos a nietos, su público sigue con fruición temas como «Yo soy aquel» -obligado, dice- o «Quién sabe nadie», que le han dado fama universal al artista que cree que, en tiempos de reguetón, hay espacio para todo tipo de música si es buena: «Lo tienen más difícil aquellos que no hagan cosas buenas».
A los que comienzan en este mundo este cantante de personalidad arrolladora prefiere ahorrarles consejos y les alienta a trazarse su propio camino, «seguir las directrices que tu corazón te marca». EFE