La palabra japonesa “Kogai” significa “daño social”. En los últimos años medios de comunicación han utilizado especialmente para designar “las consecuencias de la contaminación y destrucción del entorno”. Hoy la palabra “Kogai” podría convertirse en una palabra internacional igual que, aquella palabra, que se hizo internacional la palabra italiana “fascismo”.
La situación de peligro va haciéndose aún más grave. La contaminación, la intoxicación y la destrucción del entorno adquieren el carácter de un fenómeno planetario lesionando, alterando las condiciones de vida; así en los años 70 se lanzaban al año por término medio más de 40 mil millones de toneladas de desechos de la producción que contamino la biosfera. En los años 2000 su volumen alcanzo a más de 100 mil millones de toneladas; en cuanto al volumen del agua contaminada, es de alrededor de 20 toneladas hora.
El carácter planetario de amenaza se hace más evidente aún si se examina la influencia de la crisis ecológica, en un sistema ecológico por separado que embarque a todo el planeta, así: un sistema ecológico es el Océano Mundial, uno de los componentes principales de la biosfera, regulador principal del tiempo y del clima, importante eslabón en los procesos globales, enorme recipiente de recursos biológicos y minerales. Ocupa 362 millones de kilómetros cuadrados, él 71 % de la superficie del globo terráqueo; y el volumen total de agua en los mares y océanos llega a 1.362.200 mil kilómetros cúbicos, ósea el 97.3 % de toda la existencia del agua del planeta. En las aguas del Océano Mundial viven cerca de 180 mil tipos de organismos; desde bacterias hasta grandes mamíferos, 150 mil tipos de animales, incluidos 16 mil tipos de peces y más de 10 mil tipos de plantas. (O)