En Cuenca, universidades entregarán un manifiesto al gobierno

La autonomía financiera, la distribución de recursos, la formación técnica y tecnológica, los nuevos modelos pedagógicos y la gestión del conocimiento son algunos de los temas que, desde ayer, se empezaron a tratar en Cuenca a través de un encuentro inédito entre rectores de las universidades e institutos superiores del Ecuador.

Para que se cumpla con el encuentro, la Universidad de Cuenca y la Universidad Politécnica Salesiana organizaron un congreso en el que se planteó como base del diálogo y debate las reformas que requiere la educación superior, así como el papel que deben cumplir las universidades en el presente y futuro del país.

Según explicó María Augusta Hermida, rectora de la Universidad de Cuenca, para que el congreso avance, 20 instituciones plantearon la creación de 13 mesas de trabajo. Las primeras seis ya se armaron ayer, y hoy se continuarán con las otras siete, en las que se debatirán las temáticas establecidas.

El objetivo del congreso, además de reunir opiniones y llegar a consensos por la educación superior de Ecuador, es presentar al gobierno un documento de las necesidades de las universidades e institutos superiores.

Para ello se espera la presencia del presidente Guillermo Lasso hoy, en el acto de clausura que iniciará a las 15:00. Los rectores y representantes de las instituciones participantes quieren entregar directamente a Lasso el manifiesto armado con la diversidad de la educación superior pública y privada. 

Eliminación de la Senescyt

Alejandro Ribadeneira, secretario de la Senescyt, llegó también a Cuenca para ser parte del encuentro de universidades e institutos.

En su paso por la ciudad, que se extenderá hasta hoy, Ribadeneira se refirió, tras ser consultado, por la eliminación de la Senescyt, cuya propuesta surgió en la campaña de Guillermo Lasso, y que volvió a ser mencionado hace tres semanas.  

“Si la eliminación de la Senescyt fuera el camino más rápido, el más viable, y que por arte de magia mañana se tenga todos los cupos que se requieran, sería una buena solución, pero este acto de magia aquí no funciona”, dijo el secretario.

Por esa razón, según Ribadeneira, el congreso es importante, ya que, con la participación de las instituciones superiores, se puede llegar a consensos en los que, entre otros puntos, el sistema educativo oferte carreras con mayor pertinencia.

Aquello, y un mayor acercamiento de la educación técnica y tecnológica a los jóvenes bachilleres, son algunas de las propuestas de la Senescyt mientras se barajan y analizan opciones de lo que podría suceder con esa secretaría. 

“Si nosotros seguimos con el mismo ritmo de crecimiento de la oferta académica que hemos venido manteniendo en los últimos años, realmente nos estamos quedando fuera del frente, del progreso de la historia”, agregó Ribadeneira. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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