El abandono de la mascarilla y el regreso al trabajo presencial han contribuido al repunte de contagios en Portugal, donde se dibuja de forma «muy intensa» una nueva ola de covid, según un informe del Instituto Superior Técnico de Lisboa.
La eliminación del uso de la mascarilla – excepto en hospitales, residencias y transportes públicos – desde el 22 de abril tuvo un efecto «muy acentuado» en el aumento de contagios y llevó a una situación «de mayor peligro», destaca el informe divulgado hoy en Lisboa.
«Su eliminación en el contexto laboral y la no recomendación del teletrabajo cuando es posible provoca un exceso de contagios que, según nuestros modelos, contribuye fuertemente al repunte actual» de contagios, apunta el estudio, que valora la retirada de las mascarillas en los colegios.
El indicador de evaluación de la pandemia -que combina la incidencia, transmisibilidad, letalidad y hospitalización- estaba a 9 de mayo en 83,8 puntos, casi cuatro puntos sobre el nivel de alerta, y confirma la tendencia al agravamiento de la pandemia que comenzó a detectarse en febrero.
La incidencia media acumulada a siete días aumentó de 8.763 para 14.267 casos desde el 19 de abril por la «retirada abrupta del uso de la mascarilla en casi todos los contextos y la nueva cepa BA.5 de la variante ómicron que comienza a instalarse» en Portugal.
La nueva cepa ya es responsable del 37% de los contagios en el país y llegará al 80% el 22 de mayo, estimó este miércoles el Instituto Nacional de Salud luso.
La mortalidad alcanza 24,1 muertes en 14 días por un millón de habitantes, por encima del límite de 20 muertes indicado por las autoridades europeas.
El número de ingresados en las unidades de cuidados intensivos también aumentó hasta situarse en un 23,5 por ciento, cuatro puntos por encima de los valores anteriores.
Las autoridades sanitarias lusas aconsejan mantener la vigilancia y las medidas de protección entre los colectivos con mayores riesgos mientras avanzan con las dosis de refuerzo de las vacunas.
La ministra de Sanidad, Marta Temido, anunció el jueves que el país comenzará a inocular la cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus a las personas de más de 80 años antes de la temporada invernal, fecha que se podrá adelantar «en función de la evolución epidemiológica».
Para entrar al país es obligatorio presentar un certificado digital, ya sea de vacunación, recuperación o diagnóstico.
Portugal, con 10,3 millones de habitantes, acumula más de 3,9 millones de casos y más de 22.000 fallecidos desde que estalló la pandemia. EFE