Alejandra Cabrera, campeona mundial de Cheerleading, entrenaba en Cuenca mientras visitaba a su familia. De pronto, sufrió una caída que rompió el ligamento cruzado de su rodilla derecha. A decir de los doctores, el tejido ya estaba debilitado por la misma actividad que realiza la deportista.
Afortunadamente, la lesión no comprometió meniscos y el 12 de diciembre ya podrá reincorporarse a los entrenamientos de alto impacto. “Ya estoy contando los días”, dice Cabrera, quien pese a todo no borra su sonrisa del rostro.
La intervención quirúrgica se cumplió hace 15 días. Fue la segunda en su carrera deportiva luego de la operación que tuvo cuando tenía 15 años por la rotura del peroné de la pierna izquierda. Entonces sus padres tenían seguro y pudo sortear mejor los gastos.
Ahora la situación fue distinta. Con apoyo económico de sus padres y amigos -que conocieron su situación a través de sus redes sociales- pudo cubrir los cerca de 5.000 dólares que le facturaron por la operación y gastos de hospital.
Esta situación la hizo pensar en que la mayoría de deportistas no dan importancia a tener un seguro mientras se sienten bien de salud. Ella, con esta experiencia, empezó a buscar uno que la respalde ante futuros imprevistos, que no son ajenos a su deporte por el alto riesgo que conllevan las coreografías.
Por lo pronto, “Ale” se perderá el Panamericano de Chile, en septiembre, y tuvo que postergar su viaje a Estados Unidos para aceptar la beca deportiva que le fue aceptada en dos universidades tras su brillante presentación en el Mundial de Orlando.
Una de ellas es Navarro College, la escuela más famosa de animadoras de Estados Unidos, que dio origen al documental de Netflix “Cheerleaders en acción”. Para la futura Ingeniera Civil parece ser la mejor opción. “Cuando conversamos y pudimos compartir con los deportistas de esa universidad nos enamoramos del proceso que llevan allá”.
Detalle
Mientras se forma la Federación Ecuatoriana de Cheerleading, Alejandra analiza la posibilidad de federarse como gimnasta y de esa mamera tener un poco de apoyo de los organismos deportivos.