Producción artesanal se redujo hasta 80 % en Azuay

El sector artesanal que vivía una reactivación económica tras la pandemia, es uno de los sectores más golpeados por la paralización que inició el pasado 13 de junio a nivel nacional. El cierre de vías y la falta de combustible ha causado el desabastecimiento de materias primas, así como la restricción de movilización de quienes se dedican a la producción y comercio de artesanías.

“Nuestra actividad no es de primera necesidad, en estos momentos la gente está más preocupada por adquirir bienes como gas, gasolina, comestibles; en este sentido el sector artesanal se ve sumamente golpeado no solo en el ámbito de la comercialización, sino en el ámbito de la reactivación que se venía viendo poco a poco”, expresó Fausto Ordóñez, artesano en la rama de la Joyería y ex Director Ejecutivo del Centro Interamericano de Artesanías Populares, (CIDAP).

Ordoñez estima que el sector ha bajado la producción entre un 70 y 80 %, lo que afecta a artesanos de la toda la provincia del Azuay en ramas como el tejido de paja toquilla en Sígsig, la producción de calzado y el tejido de la macana o ikat en Gualaceo, así como la orfebrería en Chordeleg y en Cuenca.

Turismo

La producción artesanal es parte de un ecosistema que se nutre del turismo, que constituye una actividad económica transversal que proporciona ingresos a distintos sectores y contribuye en la generación de empleo.

“Con la pandemia aprendimos que los proble- mas no se reflejan inmediatamente, ahora el problema es que la gente no sale y no nos visita, pero una vez que se retoman las actividades ahí viene la crisis, tenemos sueldos que pagar, acreedores que querrán cobrar, una producción que está atrasada porque no hay combustible; entonces las consecuencias de estos 16 días de paro se verán a mediano y largo plazo porque se las va a seguir viviendo por meses”, subrayó Juan José Paredes, director de Comunicación del Museo del Sombrero.

Asimismo, lamentó que en estas dos semanas de restricciones a la movilidad el comercio ha sido “prácticamente cero”. “Ni siquiera podemos hacer acopio porque las artesanas, que vienen los martes y jueves, tampoco pueden transportarse para dejar sus productos, por lo que se ve afectada toda la cadena de producción, desde la base misma hasta la parte final, que es la comercialización”, resaltó.

Comercio disminuido

La actividad comercial en el Centro Histórico de Cuenca fue casi nula ayer producto del bloqueo de vías en la ciudad y la provincia del Azuay por sectores del transporte que se sumaron al paro. El Economuseo Municipal “Casa del Sombrero”, así como los puestos de venta en la Plaza Rotary, en San Francisco y en el Centro Municipal Artesanal, (Cemuart), permanecieron cerrados.

Ana Uyaguari, artesana oriunda de Nabón, indicó que no ha podido salir de su cantón por el cierre de carreteras, que además la ha dejado desabastecida de la materia prima para tejer los sombreros de paja toquilla, que cada semana comercializa en Cuenca.

Desde los sectores artesanales se hace un llamado a encontrar una pronta solución a la situación que vive el país. “Ante la crisis, la gente prioriza su consumo, por lo que las artesanías quedan relegadas hasta que haya una nueva vitalidad económica, es necesario hacer un llamado a las autoridades para que miren en las artesanías un proceso que no está ligado solamente al tema cultural, sino al tema productivo y de desarrollo de los territorios.

El sector artesanal es un motor de desarrollo comunitario, cultural y de actividades identitarias de los pueblos”, subrayó Fausto Ordóñez, exdirector Ejecutivo del CIDAP. (PNH)-(I)

La producción arte- sanal es parte de un ecosistema que se nutre del turis- mo, que constituye una actividad eco- nómica transversal.

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