El Gobierno argentino reiteró la necesidad de que Reino Unido acepte retomar el diálogo en torno a las islas Malvinas, después de que esta semana el primer ministro británico, Boris Johnson, dijera a su par argentino, Alberto Fernández, que la soberanía del archipiélago «no está en cuestión».
En una comparecencia de prensa, el canciller argentino, Santiago Cafiero, subrayó que el país suramericano está dispuesto a reiniciar el «diálogo bilateral» con Reino Unido sobre Malvinas, algo indispensable para mejorar las relaciones entre Buenos Aires y Londres.
«La reunión que tuvo el presidente va a ser histórica, porque pocas veces la Argentina ha tenido la posibilidad, a ese nivel, de plantear que si hay vocación de que se aumente la relación entre Argentina y Reino Unido, primero debe saldarse la cuestión Malvinas. Si no, esa relación no va a poder avanzar», aseguró Cafiero desde la Casa Rosada, sede del Poder Ejecutivo nacional.
La soberanía de las islas Malvinas, reclamada por Argentina, es ostentada por Reino Unido desde 1833.
Ambos países se enfrentaron por el archipiélago en 1982, en un conflicto bélico que acabó con la vida de 649 argentinos, 255 británicos y 3 isleños, y desde entonces Reino Unido se niega a retomar las negociaciones con Argentina, pese a los reiterados llamados al diálogo por parte de Naciones Unidas y otros foros internacionales.
REUNIÓN ENTRE FERNÁNDEZ Y JOHNSON
El primer ministro británico y el presidente argentino mantuvieron este martes un encuentro bilateral en la región alemana de Baviera, como parte de la cumbre del G7 que se desarrolló entre el 26 y el 28 de junio.
Durante la reunión, Johnson aseguró que la soberanía de las islas Malvinas «no está en cuestión» y recalcó que «los habitantes de las Malvinas, como todas las personas, tienen derecho a la autodeterminación».
Fernández, por su parte, reiteró ante su par británico «el pleno compromiso argentino para reanudar el diálogo y las negociaciones de soberanía sobre las islas Malvinas» y subrayó la importancia del restablecimiento de los vuelos regulares entre las islas y el territorio continental argentino.
En ese sentido, el jefe de la diplomacia argentina afirmó que se trató de un encuentro a «agenda abierta», negando cualquier tipo de falta de respeto de Fernández a la hora de plantear la «cuestión Malvinas».
«El presidente no fue irrespetuoso, fue firme y determinante, puesto que no hay posibilidad de obviar la negociación ni los mecanismos que la comunidad internacional diseñó para resolver este conflicto de soberanía», aseveró Cafiero, sobre un asunto que considera como un «pilar» de la política exterior argentina.
«Lamento que a veces surja el cipayismo culposo en Argentina cuando un presidente se planta y dice las cosas de frente, pero este presidente no habla con vueltas, no utiliza estos foros internacionales para pedir disculpas en nombre de nuestra historia», agregó.
COMPARACIONES CON UCRANIA
Este mismo miércoles, Johnson comparó la guerra de las Malvinas con la situación de Ucrania, al hablar con un grupo de periodistas británicos sobre la reunión con Fernández.
«Indiqué que estábamos dedicando gran parte de nuestro tiempo (en el G7) a hablar sobre Ucrania, donde el principio en juego era el derecho de las personas soberanas e independientes a determinar su futuro. Ese era el principio que estaba en juego en Malvinas. Se decidió de manera decisiva durante muchos, muchos, muchos años y todavía no veo ninguna razón para que participemos en una discusión sustantiva al respecto», sostuvo Johnson.
El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur del Gobierno argentino, Guillermo Carmona, rechazó estas afirmaciones al considerar que están «plagadas de errores conceptuales» y de «desprecio por el derecho internacional».
En un extenso hilo de Twitter, en el que cita una información de Efe, Carmona denunció que fue Reino Unido quien vulneró la integridad territorial de Argentina en 1833, cuando «usurpó» las islas, y señaló que la invocación del principio de autodeterminación «es equívoca por ser el argumento que sostienen los separatistas prorrusos en la región de Donetsk».
«A diferencia de lo expresado por el primer ministro británico, la Argentina apuesta por la paz, el fin del colonialismo y el respeto del derecho internacional. Por eso nuestro país persiste en su reivindicación de soberanía y en el reclamo al Reino Unido para que retome las negociaciones por Malvinas», sentenció Carmona. EFE