Durante estos días la positividad del COVID-19 ha subido del 5 al 7 %, mientras el porcentaje de vacunación bajó, esto debido a la situación que atraviesa el país.
Estos factores son preocupantes para la comunidad científica y médica del país, pues han originado la aparición de nuevas variantes, tales como la BA.2.12.1 y la BA.4, que son más contagiosas, afectando así a las vías respiratorias superiores y pulmones, respectivamente, según Andrea Gómez, epidemióloga.
Iindica que los casos positivos han aumentado en los últimos meses, no solamente por consecuencia del paro nacional sino porque se evidencia una disminución en las vacunaciones, principalmente en las terceras y cuar- tas dosis, las cuales son importantes para reducir la probabilidad de contraer una enfermedad grave.
“No hay una gran adherencia a la vacunación, además que ya vamos por la tercera semana de paralización y el acceso a los centros de salud, donde se viene inmunizando, es limitado”, dijo.
Por otra parte, sostuvo que “la comunicación del Gobierno no ha sido de la mejor”, citando como ejemplo el discurso dado por el presidente de la República, Guillermo Lasso, quien anunció la eliminación del uso de la mascarilla, originando una falsa sensación de seguridad.
Acotó que la población piensa que el virus está controlado, lo cual no es así, a tal punto que inclusive tenemos circulación de nuevas variantes.
También cuestionó la “baja capacidad diagnóstica” que tiene el Gobierno. Son múltiples factores que hemos venido arrastrando. El aumento de casos no se da de la noche a la mañana, acotó.
Gómez, incluso, manifiesta que en las últimas semanas se han reportado casos de personas con sínto- mas más fuertes y prolongados, a comparación de las primeras variantes de ómicron, inclusive nuevamente se han registrado pacientes con pérdida de gusto y olfato.
Ante esta situación, la especialista recomienda cuidar a las personas vulnerables, y continuar con las medidas de bioseguridad como el uso de la mascarilla.
Casos podrían ser más
El doctor Bernardo Vega sostiene que efectivamente existe un incremento sostenido de la positividad del COVID-19 en las últimas semanas en Cuenca, Azuay y Ecuador.
“Hay un crecimiento, a raíz de la movilidad que se presentó y está presentando actualmente, pero esta situación también está relacionado con la no obligatoriedad del uso de la mascarilla”.
No obstante, reflexiona que el número de contagios pudiera ser mayor debido a que los datos entregados por el Ministerio de Salud Pública (MSP) hacen referencia solamente a resultados obtenidos con pruebas PCR, por lo que se tendría que multiplicar por 2 o 3 si quiera para tener un número más cercano al real, ya que algunas personas pueden presentar hasta síntomas leves que no son reportados.
Sin embargo, hay factores que actualmente están jugando a favor para que la situación epidemiológica no se salga de control, añade.
Uno de ellos es el alto porcentaje de vacunación con esquema completo, es decir, con dos dosis, lo cual permite que por el momento las personas infectadas no desarrollen un cuadro grave y se evite una saturación en los servicios de salud.
“Debemos considerar que no se tiene un avance significativo en la coloca- ción de la tercera y cuarta dosis”, advierte.
En este contexto, el docente e investigador insiste que los ciudadanos deben vacunarse tomando en cuenta que la inmunidad es limitada y dura entre 5 a 6 meses.
Otro factor a considerar es que las medidas de bioseguridad “prácticamente se han dado de baja”, minimizando cualquier cuadro que pueda presentar. “Debemos recordar que todo síntoma gripal es COVID-19 hasta demostrar lo contrario. En estos casos, evidentemente, el autoaislamiento y el uso de la mascarilla es fundamental para reducir la transmisibilidad”.
Si bien actualmente no existe una saturación de hospitales, el sistema de salud se puede ver afectado, principalmente, por los ciudadanos que no tengan las dosis completas, pues pueden llegar a desarrollar cuadros graves. (JMB) (I)