“Uno debe identificar qué es lo que hace bien, porque lo va a hacer con mística”. Así se expresa Bernarda Martínez, fundadora de “Hola Color”, una empresa cuencana, especialista en la producción de papelería premium y packaging con triple impacto: ambiental, social y económico.
Fundada en 2015 como una tienda e-commerce, “Hola Color” ha transitado por la innovación, la adaptabilidad y la resiliencia empresarial. En la fase de emprendimiento, una primera clave fue identificar un nicho de mercado en el cual no había proveedores especializados, que manejen no solo las impresiones y el diseño, sino el protocolo de invitaciones para bodas.
Con experiencia en el mundo del Marketing, Bernarda junto a su esposo Andrés Abad, quien es diseñador gráfico, compaginaron sus conocimientos y hoy lideran una empresa que emplea a 10 colaboradores de forma directa y genera trabajo indirecto en distintas áreas.
Con un camino recorrido de cinco años, en el 2020 los sorprendió la pandemia que causó el confinamiento poblacional, una situación en la que vieron la oportunidad para incursionar en otra línea de negocios: el packaging, un concepto que se considera como la carta de presentación de un producto. Así, se especializan en la producción de cajas para envíos que son “Made in box” y “Shopping bags”, una propuesta con valor agregado para los emprendedores.
“La pandemia afectó a todos, pero nuestra historia es diferente porque lanzamos nuestro negocio como tienda online desde 2015, cuando en Ecuador había pocas empresas con un modelo de e-commerce totalmente desarrollado como el nuestro. Si bien montamos una empresa de imprenta, a la vez montábamos un e-comerce y esa fue nuestra fortaleza para entrar en el packaging”, recuerda Martínez.
En esta competición entre la imprenta y el mundo digital, Abad subraya que el reto ha sido generar un producto llamativo o crear esa necesidad de adquirir ciertos objetos entre los usuarios.
En este contexto, Martínez enfatiza que no se debe tener miedo a los cambios y considera que es fundamental, desde una edad temprana, identificar las habilidades, qué es lo que uno hace bien y para qué tiene vocación, un proceso que no pasa en la universidad, sino por un análisis de autoconocimiento y de responsabilidad personal. Esto le ha permitido cumplir, junto a su esposo, el sueño de trabajar en lo que les apasiona y a la vez ser un motor más en la economía de la ciudad.
“Un factor para ir directo al fracaso es meterse en un negocio por la idea de que es un buen negocio”, recalca Martínez, para quien “Hola Color” se ubica en una nueva generación de empresarios con una misión de mantener un equipo de trabajo próspero y motivado.
Asimismo, su compromiso incluye considerar el impacto ambiental utilizando productos biodegradables. En lo social, vela por la equidad de género impulsando el emprendimiento femenino y en lo económico, reconoce el trabajo justo de artistas y artesanos.
El empoderamiento femenino se consolida en equipo
Bernarda Martínez, con trayectoria en el mundo de las Relaciones Públicas y la Comunicación Corporativa, considera que el discurso “Tú puedes sola” es dañino para el empoderamiento de las mujeres, en cambio, recomienda formar un equipo alrededor de cada una, con familia o con colaboradores, en el cual apoyarse y acompañarse en los procesos. Asimismo, motiva a las mujeres a que ingresen en gremios, en redes de negocios, en Cámaras o en asociaciones.
“Poder sola no he visto que sea posible, si exponemos la verdad y decimos ‘No, no puedes sola’, vamos a evitarle muchos errores a las mujeres porque un emprendimiento difícilmente puede salir como un modelo de negocio sostenible, estando sola. Me he relacionado mucho con mujeres en negocios y ese ha sido mi principal aprendizaje”, expresa. (I)