El exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para ganar las elecciones de octubre, afirmó este martes 9 de agosto de 2022 que Brasil «no puede tener un presidente que desprecia la democracia», en clara alusión al actual gobernante, Jair Bolsonaro.
Lula participó en una reunión de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), una de las entidades empresariales que, así como medios académicos y políticos, apoyaron manifiestos que exigen respeto a las instituciones y al sistema electrónico de votación del país, que Bolsonaro insiste en descalificar.
«¿Cómo podemos seguir con un presidente que desprecia cartas por la democracia hechas por empresarios e intelectuales», declaró Lula entre los aplausos de decenas de los representantes de las mayores industrias del país.
El exmandatario afirmó que Bolsonaro «no tiene derecho» a dudar del sistema electoral, porque «él mismo fue elegido» con las urnas electrónicas, usadas en Brasil desde 1996, «y no reclamó por haber ganado».
Los manifiestos por la democracia y en defensa de las urnas electrónicas, que Bolsonaro califica de «cartitas», se han multiplicado en las últimas semanas en los más diversos ámbitos de la sociedad y muchos serán leídos en actos públicos previstos para este jueves en decenas de ciudades del país.
Según Lula, abanderado de un amplio frente progresista que busca desplazar del poder a la ultraderecha que lidera Bolsonaro, todo eso prueba que «la sociedad está desgastada políticamente y está cansada de ese clima de irritación» y «de las mentiras de este Gobierno».
El expresidente, quien gobernó entre 2003 y 2010, aseguró que el país «atraviesa una crisis casi sin precedentes» y debería discutir la situación de hambre en que están 33 millones de personas y no la fiabilidad de un sistema electoral que ha probado su transparencia a lo largo de más de 2 décadas.
También criticó la reducción de la inversión pública en ciencia y educación desde que Bolsonaro llegó al poder, en enero de 2019.
«No se puede hablar de futuro» sin invertir en la generación de conocimiento, sostuvo Lula, quien afirmó que esas áreas fueron prioritarias en su gestión anterior y volverán a serlo en caso de que vuelva al poder.
Sin detalles, manifestó su intención de proponer profundas reformas en las áreas administrativa y tributaria y, sobre todo, de recuperar la «credibilidad» del país en materia medioambiental, porque «la cuestión climática hoy es fundamental para hacer negocios en el mundo».
Según todas las encuestas, las elecciones de octubre serán unas de las más polarizadas de la historia brasileña, y Lula lidera con una intención de voto cercana al 45 %, frente al 30 % que puede obtener Bolsonaro.
Según Lula, esa división del electorado entre dos candidatos no debe preocupar a los brasileños. «En la historia de la humanidad no existen terceras vías. Dios y el diablo polarizan desde siempre», afirmó. EFE