La mayoría de oposición, liderada por los correístas, ignoró una disposición judicial.
Desconociendo una sentencia judicial que le ordenó al Consejo de Participación Ciudadana (CPC) reiniciar el concurso para seleccionar al superintendente de Bancos, ayer el Pleno de la Asamblea Nacional decidió posesionar en ese cargo a Raúl Agustín González Carrión, quien inicialmente fue elegido, pero luego se prohibió su posesión.
La moción fue planteada por la asambleísta Mireya Pazmiño, quien logró meterla para tratamiento en el Pleno a través de un cambio en el orden del día. El pedido, según la legisladora, tuvo como objetivo bloquear la supuesta injerencia que el presidente Guillermo Lasso estaría ejerciendo sobre otras funciones del Estado, especialmente el CPC.
“Como legisladores, es nuestra obligación política pronunciarnos sobre lo que afecta la institucionalidad de otras funciones del Estado, que están siendo interferidas por el Gobierno (…), me refiero concretamente a la intromisión grosera que hace en el Consejo de Participación Ciudadana y en el Consejo de la Judicatura, y la manipulación a algunos jueces, quienes se han prestado al juego político y están al servicio de la Función Ejecutiva”, afirmó Pazmiño.
La moción de Pazmiño, para posesionar a González de forma inmediata logró los 70 votos justos para ser aprobada, tras lo cual, el nuevo funcionario se conectó de forma virtual y asumió el cargo.
“Por Dios, por la patria, por mi familia, por mi honor y mi dignidad, sí juro”, afirmó enfáticamente el nuevo superintendente, a quien le tomó el juramento Virgilio Saquicela, presidente de la Asamblea Nacional.
La posesión del nuevo superintendente fue otro triunfo de la nueva mayoría que manda en la Asamblea, integrada por correístas, socialcristianos y los rebeldes de Pachakutik, pues en esta ocasión no se les unieron los integrantes de la Izquierda Democrática.
Los discursos de apoyo a la moción coincidieron con la ponente en lo relacionado a que el Ejecutivo estaría interfiriendo en las otras funciones del Estado, lo cual, es necesario frenar; y en que la justicia busca interferir en el trabajo de la Asamblea.
“Ha existido una mano negra detrás de todo esto”, afirmó el correísta Ferdinan Álvarez. “Cualquier juez, perico de los palotes, no puede decirle a la Asamblea que no puede posesionar a una autoridad”, dijo el socialcristiano Esteban Torres.
Concurso
Hasta el cierre de esta edición el CPC no se pronunció sobre la suerte que correría el nuevo concurso que el organismo llevaba adelante para designar al superintendente de Bancos, para el cual, el presidente Guillermo Lasso ya había remitido una nueva terna. El Gobierno tampoco emitió un comunicado sobre el tema. La nueva lista la encabezaba Roberto Romero Von Buchwald, presidente del directorio de la Corporación Nacional de Finanzas Populares; Rosa María Herrera, exintendenta de la Superintendencia de Bancos; y Felipe Cabezas. Quito.- (ASM)-(I)
Concurso lleno de turbulencias
Pese a que el nombre de Raúl González fue propuesto por el propio presidente Guillermo Lasso, quien lo incluyó en su terna, las publicaciones en redes sociales, que evidenciaban su supuesta cercanía con el correísmo, hicieron que perdiera su apoyo.
Audios que se hicieron públicos evidenciaron que el asesor presidencial, Aparicio Caicedo, le exigió a González que renuncie al concurso, pero este no lo hizo y fue designado como superintendente, aunque no se logró posesionar, pues la jueza Larissa Ibarra, del cantón Samborondón, echó abajo la designación y ordenó la realización de un nuevo concurso.
Tanto la decisión judicial, como la postura de quienes en el CPC se opusieron a que González sea designado, se basó en que tenía impedimento de asumir el cargo, por tener una empresa que mantiene contratos con el Estado y por conflicto de intereses, pues había participado como liquidador de instituciones bancarias. (I)