Que se cambien los estereotipos, que Cuenca tenga un sistema para la protección, que haya mecanismos que permitan un envejecimiento saludable, y que se visibilicen las situaciones de vulnerabilidad para corregirlos, son algunas de las metas que apunta alcanzar la primera ordenanza para los adultos mayores de la ciudad y del cantón.
El proyecto llega en un momento en el que, por un lado, aumenta el número de personas mayores de 65 años en Ecuador, y, por el otro, hay necesidades latentes en ese grupo etario tras la emergencia sanitaria.
No es la primera vez que en Cuenca se habla sobre una ordenanza para los adultos mayores. Hace más de un lustro ya se presentó una idea que no avanzó.
No obstante, la Defensoría del Pueblo y un grupo de ciudadanos retomaron el proyecto, y, desde hace un poco más de siete meses, empezaron a trabajar en un borrador.
“Los adultos mayores son un grupo etario que crece aceleradamente en el mundo, y el Ecuador no es la excepción. Ha habido buenas voluntades de programas asistenciales, pero ha llegado la hora de que las instituciones ya no deben solo someterse a la asistencialidad sino a las políticas públicas”, explicó Saúl Chalco, primer vicepresidente del Consejo Consultivo Nacional de Adultos Mayores.
Chalco es uno de los integrantes del grupo que ha venido trabajando en el borrador de la ordenanza. Para él ya era necesario que se elabore una serie de preceptos que estén pensados por y para los adultos mayores de Cuenca.
Por esa razón es que, a través de talleres, se compartieron las visiones que tienen los adultos mayores para construir la ordenanza.
“Los adultos tenemos sabiduría y experiencia. Hay que romper con los estereotipos, de que el viejito, del pasivo, el que ya no puede hacer nada más, el que ya no puede seguirse capacitando… La ordenanza plantea una atención integral, bio psicosocial ambiental”, explicó Chalco.
Envejecimiento saludable
Dentro del equipo que ha venido construyendo la ordenanza estuvo Bernardo Vega, médico y profesor de la Universidad de Cuenca.
Para él también es necesario que la ciudad y el cantón tenga ya una ordenanza que proteja a las personas adultas mayores porque, primero, la política pública que se cree será para uno de cada diez ecuatorianos en situación de vulnerabilidad, y, segundo, porque la normativa permitirá crear programas para promover el envejecimiento saludable.
“La promoción de los derechos no simplemente se enmarca en el proceso de aquellas personas en situación de vulnerabilidad, sino más bien generar espacios para generar un envejecimiento saludable”, dijo Vega a diario El Mercurio.
Se estima que en Cuenca hay por lo menos 66.000 adultos mayores, y, con el tránsito demográfico, el número continuará aumentando. Bajo esa tendencia, para quienes construyeron la ordenanza, esta no solo piensa en los adultos de hoy, sino en los que llegarán en los próximos años.
Espera de respuesta
La semana pasada, el borrador de la ordenanza se entregó a la comisión de igualdad de género e inclusión social del Concejo Cantonal de Cuenca para que se haga una revisión final.
Una vez cumplido con ello se aguarda a que se convoque a los concejales para que se debata la ordenanza y se la apruebe este mismo año. (I)
