En el intento de responder ante el cuestionamiento periodístico sobre la desaparición de María Belén Bernal, quien hoy es parte de los titulares y de la conversación nacional, el ministro responsable de la seguridad mencionó sobre el caso como “un acto humano, irracional, pero es de humanos”.
Es inhumano lo que pudo haber sucedido con la ciudadana ecuatoriana que ingresa al recinto en donde trabajan quienes tienen la misión de protegernos. Ingresar y no poder salir, o no saber cómo salió, mientras el principal sospechoso se le permitió hablar y salir.
La autoridad de la seguridad es políticamente responsable, más aún si en televisión nacional el concepto que tiene de lo sucedido le lleva a calificar de “error humano.” Esa perspectiva le vuelve aún más responsable de lo que sucede durante la administración que está a cargo del Ministerio de Seguridad. La ignorancia no justifica la indolencia.
Datos de la encuesta de Desigualdad, justifican la reacción ciudadana. 65 de cada 100 mujeres en el Ecuador han experimentado por lo menos un hecho de violencia a lo largo de su vida, el 42,8 % son casos en donde la pareja está involucrada. En el Azuay, son 8 de cada 10 mujeres que viven lamentablemente esta dolorosa e inhumana experiencia.
Lo humano, lo natural es la empatía y la sensibilidad ante el dolor y la desesperación de la familia. Lo contrario es inhumano y justificarlo es irresponsable. (O)