Muerte de animales, migración de especies, pérdida de flora nativa y aparición de vegetación ajena, erosión del suelo y contaminación están entre las secuelas que dejan los incendios forestales. Estos representan una amenaza no solo para la riqueza forestal, sino que afectan la biodiversidad y el medio ambiente.
Iván Idrovo, instructor de guardaparques en el Parque Nacional Cajas y en el Área Nacional de Recreación Quimsacocha, subrayó que los incendios forestales causan la pérdida de flora, fauna y mastofauna en las zonas donde se registra el fuego, que en un 99 % es causado por el ser humano.
“Se provoca la muerte de conejos, de lagartijas, así como la migración de algunas aves, hay vegetación que suele desaparecer y además surge otro tipo de flora porque hay cambio de suelo y por efecto del viento llegan semillas de otros lugares”, explica el experto.
El fuego además causa el desgaste o erosión del suelo, lo que se traduce en la pérdida de su textura y capacidad para retener el agua. En la naturaleza hay la interacción entre el medio biótico y abiótico, es decir, entre plantas, animales y el suelo, si uno de estos es eliminado o cambiado, se modifica todo el ecosistema, se pierde el equilibrio y afecta al planeta.
Otra consecuencia de los incendios forestales es la contaminación, que acelera el cambio climático al emanar gases de efecto invernadero a la atmósfera, lo que a su vez incrementa la temperatura del planeta y la sucesión de eventos climáticos extremos.
“Si bien es cierto hay un cambio climático, hay acciones antrópicas que lo aceleran. El 1 % de incendios forestales es por causas naturales, mientras que en el 99 % el ser humano es responsable (…) por acciones como cambio de uso del suelo para actividades agrícolas, limpieza de vegetación en zonas donde se debería hacer esto de forma manual, pero la gente prende fuego y se sale de control”, indica Idrovo.
Hectáreas quemadas
Entre el 2 y 4 de septiembre, un aproximado de 33,5 hectáreas resultaron afectadas por incendios forestales en Azuay, según la estadística de la Unidad de Monitoreo de Eventos Adversos del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias.
Los incendios más grandes se registraron en el sector Portovelo, en Santa Isabel, donde se calcinaron 20 hectáreas; en el sector El Paso en Nabón, donde se consumieron 9,5 hectáreas, y en el sector Quinuas, en Pucará, se quemaron cuatro hectáreas. Bomberos de los cantones trabajaron en esas zonas para extinguir el fuego.
En lo que va de 2022, se han afectado un total de 330 hectáreas de vegetación propia de la zona y pajonales, entre otros. Cuenca, con 71,6 hectáreas; Paute, con 43,23 y Gualaceo, con 29,25, son los cantones con mayor incidencia de incendios forestales, según el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias. En 2021 hubo un total de 663,78 hectáreas de vegetación destruida por el fuego forestal.
Zonas protegidas
El Parque Nacional Cajas, con territorios de pajonales en partes altas, es una zona proclive a incendios. “Hay gran cantidad de visitas y existen ciudadanos que no respetan la prohibición de hacer fogatas en la zona (…) En Cancán no ha habido mucha incidencia de incendios, pero en 2021 hubo una en Chanlud, aunque el fuego fue controlado a tiempo se quemaron unas 10 hectáreas”, menciona el instructor de guardaparques en el Parque Nacional Cajas.
En el Área Nacional de Recreación Quimsacocha, sobre todo las zonas de recarga hídrica, son las que más incidencia han registrado a incendios forestales.
“Los páramos son áreas propensas a incendios porque en las partes altas hay viento, sol e índices altos de desecación y basta con una chispa para que esto se prenda”, agrega Idrovo, quien además es voluntario del Cuerpo de Bomberos.
Incidencia
Jorge Guerrón, supervisor operativo del Cuerpo de Bombero de Cuenca, informa que han atendido 14 incendios forestales de gran magnitud entre el 10 y 16 de septiembre en distintas zonas del cantón Cuenca, como Victoria del Portete, Sinincay, Ricaurte, Turi, Sayausí, Cabogana y Racar, entre otros.
Agrega que hay factores que dificultan controlar el fuego, como el clima y la topografía en terrenos de difícil acceso para el personal y los equipos. “El personal de Bomberos cuenta con componentes de protección y utilizamos drones para apoyo, tanto del comando para ingresar al lugar, como de visualización en zonas hídricas”, indico Guerrón.
Los funcionarios hicieron un llamado a la ciudadanía a tomar conciencia de las afectaciones al ecosistema y al ser humano a causa de los incendios forestales. Desde ETAPA y desde el Cuerpo de Bomberos de Cuenca se desarrollan continuamente campañas de prevención de incendios en las parroquias y comunidades de Cuenca. (I)