Mario Jaramillo Paredes
La presencia de un numeroso grupo de personas para rendir un homenaje a Antonio Borrero Vega, fue la mejor muestra del reconocimiento a unas funciones cumplidas con capacidad y honestidad.
La reunión giró en torno de dos ejes. Uno: el de destacar el significativo aporte brindado por el ex Gerente de Elecaustro a la ciudad y la región. El segundo fue el de protestar por la presencia de un centralismo que tiene ya más de doscientos años de permanencia y que se sintió una vez más con la decisión irrespetuosa con Cuenca del Ministerio de Energía, en torno a Elecaustro.
Se recordó en esta oportunidad el significado de los proyectos ejecutados durante la función de Antonio Borrero, comenzando por haber hecho reflotar a Elecaustro. El manejo de la Cuenca del Machángara para agua potable, riego y energía eléctrica, una trilogía ideal como gusta decir Antonio Borrero y que es un ejemplo, al igual que el repotenciamiento de centrales como la de Saucay y Saymirín.
La central eólica de Huascachaca es un hito en la región al igual que el proyecto Soldados Yanuncay que -desgraciadamente- se ha topado con la oposición de quienes privilegian sus cortos intereses por sobre los de la comunidad.
Sobre el respeto y la defensa del agua se habla mucho con poéticas declaraciones pero es poco lo que se hace. Antonio Borrero- en cambio- sin hablar mucho hizo un gran trabajo por la conservación y buen trato de las fuentes de agua.
Fue un buen momento para recordar que las cosas buenas que tiene Cuenca y que son muchas, no nos han venido de fuera sino desde su propia gente y de las instituciones locales.
El contraste es nítido entre las pocas y malas obras que nos han llegado desde el Estado central y las muchas que con calidad y eficiencia se han desarrollado aquí.
Es fácil imaginar lo que pudieron ser muchas instituciones y organismos centralizados que hoy son un desastre, si es que hubiesen sido manejados aquí en forma autónoma. No tendríamos que lamentar lo que ocurre.
En fin, el homenaje fue un buen momento para reiterar la esperanza en un futuro mejor si es que Cuenca recupera la voz y la presencia que debe tener y conquista una plena autonomía. (O)