La Paz.- Bolivia conmemora este 10 de octubre 40 años de democracia en los que el país ha afrontado sucesos como la «hiperinflación», la «guerra del gas» o la transformación de República a Estado Plurinacional impulsada por Evo Morales, quien gobernó por casi 14 años y fue el presidente indígena del país.
A continuación claves de los principales hechos en 40 años:
LA TRANSICIÓN
La instauración de la democracia en 1982 supuso la superación del modelo político anterior a la Revolución Nacional de 1952 basado en elecciones con el voto calificado, asambleas y convenciones nacionales para designar a los gobernantes.
Si bien la Revolución Nacional instituyó el «voto universal», la democracia que se aplicó fue incipiente, con líderes y partidos proscritos, e inestable por los sendos golpes de Estado, que en su mayoría instituyeron dictaduras militares, y las cesiones de mando que dieron pie a Gobiernos civiles débiles.
Desde 1982 el país ha tenido 12 Gobiernos encabezados por Hernán Siles (1982-1985), Víctor Paz Estensoro (1985-1989), Jaime Paz Zamora (1989-1993), Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997 y 2002-2003), el dictador Hugo Banzer (1997-2001), Jorge Quiroga (2001-2002), Carlos Mesa (2003-2005), Eduardo Rodríguez (2005), Evo Morales (2006-2019), Jeanine Áñez (2019-2020) y, desde 2020, Luis Arce.
En octubre de 1982 el Parlamento entregó la Presidencia al izquierdista Hernán Siles que en 1980 ganó la elección nacional, en un proceso que se interrumpió por el golpe de Estado del militar Luis García Meza.
El Gobierno de Siles tuvo que afrontar una creciente inflación, las disidencias en su coalición, la Unidad Democrática Popular (UDP), y la oposición del Parlamento, por lo que tuvo que acortar su mandato de cuatro a tres años y convocar a elecciones.
HIPERINFLACIÓN
Paz Estensoro tomó las riendas de Bolivia cuando se proyectó una inflación de más del 25.000 % en 1985, en contraste con la actual de 1,8 %, que obligó al Gobierno a tomar medidas de estabilización monetaria basadas en la liberalización económica con un fuerte efecto social.
Posteriormente, durante el Gobierno de Paz Zamora se privatizaron empresas estatales menores y en la primera Administración de Sánchez de Lozada se emprendió la llamada «capitalización», una cuestionada estrategia de captación de inversión extranjera a través de la venta del 50 % de las 5 principales empresas estatales.
«GUERRA DEL GAS»
En 2003 se registró la llamada «guerra del gas» u «octubre negro», una revuelta social contra un resistido proyecto para la venta de gas natural a Estados Unidos a través de Chile, que derivó en protestas masivas con más de 60 muertos, lo que provocó la dimisión de Sánchez de Lozada a su segundo mandato.
Este suceso desnudó el rol de los partidos políticos que hasta ese momento habían alternado su presencia en distintos Gobiernos y puso en duda el modelo de representación que habían ejercido junto a la necesidad de hacer una reforma.
ESTADO PLURINACIONAL
En diciembre de 2005, Morales se convirtió en el primer presidente indígena del país con un inédito triunfo de casi el 54 % de los votos. Su Gobierno trabajó sobre la premisa de un «proceso de cambio» con profundas transformaciones económicas y políticas.
Durante casi 14 años de Gobierno, Morales impulsó la nacionalización de empresas estatales, la distribución de ingresos mediante bonos asistenciales y el proceso constituyente que terminó con la promulgación de una nueva Constitución en 2009.
La nueva Carta Magna estableció el cambio de Bolivia de República a Estado Plurinacional, que reconoce 36 naciones indígenas, y acentuó el rol central del Estado en la economía, la garantía de derechos además del énfasis en la soberanía nacional.
Morales fue presidente durante tres periodos y buscó habilitarse como candidato para los comicios de octubre de 2019 para un cuarto mandato, a pesar de que la Constitución solo admite una reelección seguida.
CRISIS DE 2019
Los comicios de 2019 desencadenaron fuertes protestas entre denuncias de «fraude electoral» a favor de Morales, quien el 10 de noviembre se vio forzado a renunciar a la Presidencia denunciando ser víctima de un «golpe de Estado».
Tras la renuncia de Morales hubo un vacío de poder ante la dimisión de toda la línea de sucesión, por lo que la entonces senadora opositora Jeanine Áñez asumió la Presidencia interina a los dos días de la salida del líder indígena, quien se fue del país.
La manera como Áñez se puso en línea de sucesión para asumir la Presidencia y los casi 20 civiles muertos tras la represión de las fuerzas de seguridad a las protestas, son algunos de los procesos que enfrenta la expresidenta interina, quien ya ha sido condenada a 10 años de prisión por incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución.
RETORNO DEL MAS
En octubre de 2020 Luis Arce, quien fue ministro de Economía durante la mayor parte del Gobierno de Morales, ganó las elecciones lo que supuso el regreso del Movimiento al Socialismo (MAS) al poder, tras la renuncia del líder indígena.
Por primera vez en 15 años Morales no pudo presentarse como candidato, sin embargo, como líder del MAS mantiene activo su papel predominante en la política del país, donde aún son latentes las profundas divisiones que dejó la crisis de 2019 y que se vieron agravadas por la pandemia. EFE