Ana Abad R.
Aunque las cifras oficiales vinculadas a las difíciles y complejas situaciones de violencia vividas en varias ciudades del país, nos muestren alejados de esta terrible realidad que se viven en sus calles, Cuenca dista mucho de ser segura.
El número de asesinatos y hechos violentos se han duplicado y se ha producido un significativo incremento violencia intrafamiliar y de género en nuestra ciudad, según la Fiscalía del Azuay; sin embargo, más allá de las anónimas cifras que homogenizan la realidad, cada mujer víctima de violencia –en cualquier de sus expresiones– es todo un círculo familiar violentado, no es un problema personal, es familiar, comunitario, y es de salud mental.
Esperemos que la campaña “Te cuidas, me cuidas” como una de las estrategias planteadas para prevenir y erradicar la violencia de género contribuya a convertirnos en una Ciudad Violeta que grita al unísono: “Ningún tipo de violencia se admite en mi vida”, “cero tolerancias, hacia todas las formas de violencia”.
El puente “Vivas nos queremos” cobijó con sombrillas violetas y cánticos el inicio de esta campaña edu-comunicacional, ojalá no sea usada con fines electorales y se pretenda reivindicar como resultado de gestiones administrativas, conquistas ciudadanas. (O)