Santiago León
Si usted es acostumbrado a manejar como un piloto de la Fórmula 1, le comento que desde ahora la Empresa Pública de Movilidad, Tránsito y Transporte de Cuenca (EMOV) acatará una supuesta observación de la Contraloría General del Estado y habilitará sus diez radares, para que sancionen las 24 horas del día.
Si no desea pagar una multa de USD 127.50, levante no más el pie del acelerador. Estos dispositivos fueron colocados en la administración de Marcelo Cabrera y han sabido funcionar de 07:00 a 21:00. De hecho, pocos sabíamos de esta particularidad.
Algunos actores políticos criticaban la programación de estos equipos, pues no contemplaban rangos de tolerancia. Pues más de un tema técnico se convirtió en un asunto político.
Y es que ahora algunos personajes han salido a “defender” los bolsillos de los cuencanos. De acuerdo, a un exconcejal, y que ahora pretende ser Alcalde de Cuenca, desde abril del 2019 hasta la fecha, se han emitido más de 5.700 multas por los radares.
Y espere que falta la yapa. La actual administración municipal también está próxima a colocar nuevos radares. Se calcula que más de una veintena de dispositivos controlarán el exceso de velocidad.
Si la planificación urbana sugiere que se necesita la implementación de radares en puntos críticos, pues que sean instalados. Pero no se puede permitir que estos contratos sean adjudicados a dedo y sin estudios de respaldo.
Una ciudad debe ser administrada de manera técnica y no por compromisos políticos.
Cuenca atraviesa una ola de inseguridad, desorden, falta de liderazgo. Estamos a pocos meses de una nueva elección seccional y tenemos en nuestras manos una nueva oportunidad, para elegir a personas que tengan la voluntad política de servir a los ciudadanos y no de servirse de la política para llenar sus bolsillos.
Ya fuimos testigos de evaluar a nuestras autoridades en medio de una pandemia y dos paralizaciones. ¡Abramos los ojos! (O)