“Todavía hay mujeres que creen que el hombre es el que pone orden en el hogar, y que hay que hacer caso en todo lo que diga a pesar de que puede estar equivocado”. Esas fueron las palabras de Mercy Morocho, de la comunidad Sanglia, parroquia Susudel, del cantón Oña, quien es una de las 1.715 mujeres azuayas que participan del proyecto “Comunidades de Equidad”.
Morocho, de 38 años de edad y con tres hijos, confía en un cambio de mentalidad en las mujeres de su localidad con las constantes capacitaciones sobre derechos y emprendimientos que caracteriza a este proyecto del Gobierno Provincial del Azuay con los municipios, juntas parroquiales y dirigencias comunitarias.
En su comunidad, las principales fuentes de empleo son la agricultura y la elaboración de ladrillos, donde las mujeres y los hombres trabajan a la par. Aunque Morocho asegura que existen aún destellos de machismo en la toma de decisiones que deben desaparecer definitivamente.
Iniciativa
El proyecto “Comunidades de Equidad” surge en el 2021 ante los altos índices de violencia contra las mujeres registrados en el país.
Se trata de impulsar espacios físicos, así como brindar herramientas para que las mujeres se reúnan y capaciten con el propósito de mejorar sus condiciones de vida.
En 11 de 15 cantones de la provincia se han implementado hasta la fecha un total de 38 “Comunidades de Equidad”:
- En el cantón Sígsig existen siete comunidades
- En Santa Isabel, cinco
- En Sevilla de Oro, cuatro
- En El Pan, cuatro
- En Nabón, cuatro.
- Cuenca, tres
- Guachapala, tres
- Pucará, tres
- Paute, dos
- Chordeleg, dos
- Oña, una comunidad
La inversión bordea hasta el momento más de 342 mil dólares.
Según Ximena Bernal, directora de Equidad y Género del GAD Provincial del Azuay, es un proyecto político-comunitario para erradicar la violencia de género.
La Prefectura junto con otros niveles de gobierno aporta con recursos para, primero, adecuar un espacio sea en el ámbito de infraestructura o dotación de insumos. Así se podrá llevar a cabo las diferentes actividades previstas en el proyecto.
Se capacita a las mujeres, por ejemplo, en el área de cocina, panadería, entre otras. Además de enseñarles sobre sus derechos, normativas, tipos de violencia, entre otras situaciones que desconozcan.
Bernal comentó que, si más comunidades están interesadas en participar del proyecto, deben presentar un oficio al GAD Provincial con la petición. (BPR)-(I)