Hwasong-17, última adición a un arsenal norcoreano cada vez más sofisticado

El misil balístico intercontinental (ICBM) lanzado el viernes con éxito por Corea del Norte, el Hwasong-17, supone otro importante avance para el programa armamentístico del régimen de Kim Jong-un, que ha ganado mucho en sofisticación durante sus diez años de mandato.

El test de la víspera, cuyas imágenes y detalles compartieron hoy los medios estatales norcoreanos, puede servir como culminación para un año en el que Pionyang ha realizado en torno a 50 lanzamientos (de uno o más misiles a la vez), según cálculos de diversos expertos y entidades.

La cifra contrasta con los dos lanzamientos de 2012, el primer año en el que Kim Jong-un estuvo en el poder, y los 21 que se estimaron en 2017, periodo de gran actividad en el que el desarrollo del programa de misiles había ganado ya mucho impulso con el nuevo líder y en el que la tensión escaló a máximos debido a los intercambios dialécticos entre Kim y el expresidente estadounidense Donald Trump.

Este año 2022 le ha servido además al régimen norcoreano para seguir testando nuevos sistemas dentro de su ambicioso plan aprobado en enero del año pasado para modernizar su inventario, del cual se pueden destacar los siguientes proyectiles.

CORTO ALCANCE

Los misiles balísticos de corto alcance (SRBM) son la base de las Fuerzas Estratégicas norcoreanas, ya que han sido desarrollados desde los años ochenta a partir de los Scud soviéticos y se cree que Pionyang posee más de un millar de unidades de estos proyectiles, donde sobresaldrían las versiones más evolucionadas del Hwasong-6 (con un rango máximo de 500 kilómetros) o el Hwasong-7 (1.500 km).

No obstante, el arsenal táctico de Corea del Norte -que en términos operativos supone su amenaza más real- ha pegado un salto cualitativo desde 2019, cuando empezaron a testarse dos sistemas cuyas designaciones en el extranjero son KN-23 y KN-24.

Con rango de entre 400 y 600 kilómetros, ambos trazan trayectorias balísticas variables -lo que hace difícil su interceptación- y funcionan con combustible sólido, más seguro y rápido de cargar que el combustible líquido usado por el resto de SRBM norcoreanos.

ALCANCE INTERMEDIO

-Familia de misiles Pukguksong (alcance máximo estimado de entre 1.000 y 2.500 kilómetros).

Entre 2015 y 2019 Corea del Norte ha testado con éxito tres modelos de esta gama de misiles balísticos, dos de los cuales son proyectiles para ser lanzados desde submarino (SLBM).

Todos emplean combustible sólido, lo que implica mayor coste, pero también menor tiempo de carga.

-Hwasong-12 (4.500 kilómetros)

Testado insistentemente -lo que ha supuesto que sobrevuele Japón en más de una ocasión- desde el convulso 2017, el Hwasong-12 es el fruto de los programas de cohetes espaciales Paektusan (también llamados Taepodong por analistas extranjeros) y Unha y, según Pionyang, es capaz de portar una cabeza nuclear.

-Hwasong-8 (más de 3.000 kilómetros)

Lanzado por primera vez en 2021, es un desarrollo que parte de la familia Hwasong-12, 14 y 15 y equipa aparentemente una cabeza maniobrable hipersónica que teóricamente es capaz de esquivar escudos antimisiles y también una ampolla de combustible líquido (lo que permite almacenar el proyectil ya cargado).

LARGO ALCANCE

-Hwasong-14 (10.000 kilómetros)

Testado con éxito por primera vez en 2017, es considerado una evolución natural del Hwasong-12 y probablemente lo más próximo a un ICBM con condiciones verdaderamente operativas dentro del arsenal norcoreano.

Como el resto de ICBM norcoreanos, emplea combustible líquido y, aunque Pionyang parece haber logrado cargarlo satisfactoriamente antes de transportarlo al lugar de lanzamiento, requiere de una plataforma prefabricada para poder ser disparado, lo que lo convierte en objetivo fácil en ataques preventivos.

-Hwasong-15 (13.000 kilómetros)

Probado también en 2017, es teóricamente el primer misil norcoreano con capacidad para golpear Estados Unidos.

Requiere también de una plataforma fija prefabricada y, con base en los test realizados, existen dudas sobre la capacidad de reentrada de su cabeza.

-Hwasong-17 (más de 15.000 kilómetros)

Disparado finalmente con éxito este viernes, 18 de noviembre, tras uno o dos intentos fallidos en la primera mitad de este año, parece tener capacidad real para cargar cabezas múltiples y es el misil balístico transportable de combustible líquido más grande del mundo, algo que a su vez se convierte en una gran desventaja.

Su gran tamaño hace que sea muy peligroso cargarlo de combustible y transportarlo después, por lo que debe ser primero movido hasta el punto de lanzamiento y llenado a continuación, una operación de muy larga duración que lo expone enormemente a ataques preventivos.

A ello hay que añadir el gran peso del misil y su lanzadera móvil, que hace imposible su transporte por terrenos que no sean muy firmes; un problema en Corea del Norte, donde hay muy pocas carreteras bien asfaltadas.

-Misil de crucero de largo alcance (2.000 kilómetros)

Desde septiembre de 2021 Pionyang ha probado en varias ocasiones diferentes variaciones de proyectiles de largo alcance guiados por control remoto cuyos nombres se desconocen y de los que apenas existen imágenes.

El régimen asegura que un modelo testado en octubre de este año puede volar unos 2.000 kilómetros y portar una cabeza atómica. EFE

CMV

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social y Diplomado en Medio Impresos Experiencia como periodista y editora de suplementos. Es editora digital.

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