El tiempo termina para autoridades locales y se acorta para nacionales mientras los incumplimientos prioritarios: la seguridad ciudadana y la vialidad se deterioran en Cuenca y el Azuay, apareciendo una mirada inquieta de la comunidad, ante las ofertas de esta nueva contienda, que redundarán en las obras que ejecutarán de tener el favor popular, más algunos deberían hacer inventario de lo hecho cuando fueron nombrados por el pueblo como funcionarios/as a su servicio. Que mostrar al respecto sino una visión fantasmagórica de lo efectuado, en su imaginación de candidatos afables, que trastocan con la actitud fría y osada cuando autoridades.
No hay mal que dure cien años ni pueblo que lo resista, se dice, como la provincia del Azuay con su vialidad en pésimo estado en las conexiones con el resto de la patria, las adjudicaciones del anterior régimen de la entrada por Narancay, de pasos deprimidos en la autopista sur en Cuenca, mantenimiento de la vía hasta Biblián, han quedado en el olvido, peor la reparación y sostenimiento de la vía emblemática Cuenca por Molleturo a Guayaquil, fehaciente ejemplo del abandono del austro en su conjunto. Nos engañan de manera cínica los responsables de devengar con decoro sus emolumentos, por lo que los ungidos en febrero del año venidero en elecciones, quizás actúen con diligencia y dignidad, para cambiar este desolador diagnostico repetido hasta la saciedad.
En cuanto a la inseguridad que va tomando ribetes de miedo en la ciudad y el país, los poderes tienen que buscar en conjunto las soluciones adecuadas a esta dura realidad; para enfrentar desde varias aristas, el peligro que soporta hoy mismo la gente. También se proclaman actividades de fortalecer a la fuerza pública, que en la práctica no se observa, la justicia sigue liberando a maleantes, aprovechando resquicios legales, que configura un estado de impunidad. La asamblea marchando en su propio terreno enfrentada a un Consejo de Participación Ciudadana. Configurando un contexto de desazón morigerada por el mundial de futbol y luego la navidad. Pero los problemas están intactos y sin soluciones. ¿Hasta Cuándo Ecuador? (O)